Los mejores destinos de América para viajar en 2019 según National Geographic
De la guía de viajes publicada esta semana por National Geographic, hicimos la selección con los mejores destinos de América que hay que visitar en 2019.
Esta semana la versión estadounidense de National Geographic publicó su especial de viajes para el año que viene. La revisamos y armamos esta lista con los mejores destinos de América para viajar en 2019.
Ciudades
Son varias las ciudades del continente americano que destacan en esta publicación de National Geographic. Salvador de Bahía en Brasil, Toronto en Canadá y Ciudad de México son solo algunas de las escogidas.
Revisa la nota con las mejores ciudades para viajar en 2019 acá.
Amazonas de Perú
Aunque sus destinos más concurridos son Cusco, Lima, Machu Picchu y hasta el Lago Titicaca, el interior de Perú esconde destinos “secretos” que merecen ser visitados.
Entre ellos está el Amazonas peruano, uno de los pulmones verdes más importantes del continente. La revista destaca que el Amazonas en este país, al combinarse con la Cordillera de los Andes, tiene distintas altitudes lo que favorece una gran biodiversidad de flora y fauna en el lugar.
De hecho, el Amazonas de Perú permite que algunas especies animales difíciles de encontrar en otros rincones del mundo puedan aumentar la densidad de su población, como el Ocelote (en la foto), por ejemplo.
Además esconde maravillas naturales, como el Río Hirviente, el río de aguas termales más grande conocido en el mundo.
Si te gusta la aventura, tienes que ir a conocer el nuevo Parque Nacional de Yaguas, un área protegida del Amazonas con 868,000 hectáreas totales en el norte del país.
Belice
Al norte de Honduras y al sureste de México, está Bélice, un país gobernado por una monarquía constitucional parlamentaria, conocido por ser el país más pequeño de Centroamérica.
Es un destino ideal para quienes buscan conectarse con la naturaleza y, sobre todo, con el mar.
Uno de sus mayores atractivos es la “gran barrera de coral de Bélice” —que maravilló a Charles Darwin—, que incluye a tres de los cuatro arrecifes de coral del Hemisferio Occidental. Estos sirven como hogar a varias especies en peligro de extinción, como el manatí de las Indias occidentales y la tortuga boba.
De hecho, el esfuerzo de este país por la conservación marítima ha sido tan grande, que este año la UNESCO eliminó su barrera de coral de la lista mundial de lugares en peligro.
También hay que visitar Caracol, un sitio de conservación arqueológica de la cultura maya que es aún más grande que Tikal, en el país vecino de Guatemala.
Desierto de Bisti/De-Na-Zin, EE.UU.
Uno de los destinos imperdibles para los amantes de la aventura es el desierto Bisti/De-Na-Zin en el estado de Nuevo México, en el suroeste de EE.UU.
Y es que uno de los atractivos más llamativos de este alejado lugar —está a unos 260 kilómetros desde Albuquerque— son sus formaciones rocosas que crean una galería de arte natural surrealista.
Ojo que no tiene senderos ni rutas señaladas, por lo que perderse en este lugar es realmente fácil. Tanto que si te sumerges en este océano de arena y rocas, pensarás que eres el único ser vivo en varios kilómetros a la redonda.
Isla de los Estados, Argentina
En el sur de Argentina, casi en el “fin del mundo”, está la solitaria, rocosa y poco conocida Isla de los Estados.
Es una isla cuadrada, con una longitud de 65 kilómetros de longitud, cubierta de bosques de guindos, canelos, helechos y calafates. En sus costas no es difícil ver grupos de pingüinos, ballenas, lobos marinos y un sinnúmero de distintas especies de aves.
Al ser una reserva protegida, solo ciertos grupos de turistas que parten desde Ushuaia pueden visitarla.
Su romántica y aislada ubicación sirvió como escenario para la última novela escrita por Julio Verne, El Faro.
Río Caño Cristales, Colombia
Si buscas “Caño Cristales” en Google, el primer resultado resume en pocas palabras lo que es este lugar: el río más hermoso del mundo.
Ubicado en la sierra de Macarena, en el corazón de Colombia, es conocido como “el río de los siete colores” o “el arco iris que se derritió”, por las plantas acuáticas —principalmente la Macarenia clavigera— que entre julio y noviembre florecen y tiñen el río Caño Cristales en tonos rojos, verdes, amarillos y azules.
A eso se suman la luz solar y las cristalinas aguas de su caudal, que hacen que sea un colorido espectáculo natural.
Aunque esta zona antes estaba controlada por las FARC, hoy es un lugar administrado completamente por el gobierno, lo que facilita la llegada de turistas.
Todas las fotos interiores son de la guía de Mejores viajes 2019 de National Geographic. La foto principal es de @fotur.
Comentarios