Teatro para grandes y chicos

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Teatro para grandes y chicos

Es habitual que se monten obras de teatro familiar, pero la oferta de estas vacaciones es especialmente generosa. No sólo están las del consolidado FamFest, sino también las de recintos que hoy apuestan por divertir también a los niños y adolescentes. Finde seleccionó 15 de la cartelera, para que con sus hijos elijan las que más les entusiasmen.

Por Evelyn Briceño O. 

No hay una pantalla de por medio, como en el cine. Los actores están ahí, frente a frente, con sus vestuarios coloridos y sobre un escenario en que la escenografía simula una casa, un parque o una plaza. Desde las butacas, los niños -y también sus papás- miran concentrados, escuchan los textos y la música con atención, ríen y se emocionan.

La experiencia del teatro es una que marca desde la infancia, una que este invierno vive un buen momento, con una oferta amplia y para todas las edades, y con un público que cada año aumenta y va en busca de la obra perfecta para cada quien.

“Hace cinco años que empezaron a surgir buenas compañías para la primera infancia y otras grandes, como La Patogallina y Tryo Teatro Banda, se atrevieron a cruzar a este formato, montando espectáculos de calidad que no sólo buscan entretener y animar, sino también contar buenas historias a través de diferentes técnicas”, explica Andrea Pérez de Castro, directora de FamFest, el festival de teatro familiar que ya va en su octava versión y que partió el fin de semana pasado.

Para ella, la oferta teatral para las familias tiene una importancia vital: “Si la primera vivencia es mala, eso redundará en que los chicos no quieran volver al teatro. Por eso hay que informarse y saber bien a qué montaje llevarlos, elegir uno apropiado para su edad y desechar, por ejemplo, uno de clown para un niño que les tiene miedo a los payasos”, asegura.

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FamFest partió en 2008 sólo en el Centro Mori, con poco más de 3.000 espectadores. En 2014, esa cifra se elevó sobre las 40 mil personas y este año, con 35 montajes, nacionales y extranjeros, que estarán en cartelera hasta el 26 de julio, la expectativa es llegar a una cifra similar, tal vez un poco mayor. Tiene obras para todas las edades: desde algunas para pequeñitos de entre cero y cinco años, hasta otras aptas para los de 10 a 16.

Pero la cartelera de vacaciones de invierno no sólo se nutre de lo que trae FamFest. Otras salas y centros culturales -como Montecarmelo, la Biblioteca de Santiago, el Teatro Los Dominicos y el porteño Teatro y Museo del Títere y el Payaso– también apuestan por esos montajes que divierten por igual a chicos y grandes. ¿Qué ver este fin de semana? Aquí van algunos imperdibles.

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El festín teatral de FamFest
Como uno de los objetivos de este festival es crear audiencias, qué mejor que programar obras que puedan ser vistas desde la primera infancia. Melodías en el aire está pensada para que la disfruten las guaguas y los preescolares. Es una historia sencilla, que estará en el GAM mañana y el domingo al mediodía.

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Muestra a un trío de niños que juega en una plaza y que descubre mensajes y melodías que vienen del aire. Tiene música en vivo, dura sólo 30 minutos, para que los más pequeñitos mantengan la atención, y al final, ellos mismos pueden subir al escenario e interactuar con los actores y con la utilería durante otra media hora.

La española Nidos también es cortita -30 minutos- y apunta a los niños de cero a cinco años. Integra poemas, canciones y adivinanzas que surgen desde un árbol donde “anidan” pájaros y otros elementos, los que cobran vida gracias al talento de la actriz Ana Gallego. Estará desde hoy y hasta el domingo, a las 12 PM, en el Teatro Mori Bellavista.

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Hansel y Gretel, obra argentina que se puede ver todo este fin de semana en el Anfiteatro del Museo de Bellas Artes, es para mayores de tres años. Ahí, el cuento de los hermanos Grimm se relata al pie de la letra, pero con la ayuda de títeres. ¿Recuerda la trama? La de los dos hermanos que son abandonados por sus padres en un bosque, se pierden y encuentran una fascinante casa hecha de chocolates y dulces; una que, eso sí, esconde un secreto aterrador.

¿A sus hijos les gusta la música? Si es así, llévelos hoy, mañana o el domingo, a las 5 PM, a Matucana 100 a ver a la compañía Teatro La Ruta en concierto. Es un montaje, también para mayores de tres años, lleno de canciones que hablan de mitología y patrimonio humano, como algunas de las obras Huenchula y el Millalobo, Las aventuras de un niño aimara y Don Bonifacio, el último organillero. Son melodías creadas por el grupo teatral en conjunto con Cuti Aste, el responsable de, por ejemplo, la música de La Negra Ester.

A ese mismo escenario llega desde Francia una interesante pieza pensada en los niños un poco más grandes, de entre 10 y 16 años. Se llama El pájaro azul (Revisitado) y se basa en la obra escrita a principios del siglo XX por Maurice Maeterlink. Relata la historia de dos niños que buscan un pájaro que, al ser atrapado, supuestamente entrega la alegría eterna a sus captores. Mientras lo persiguen en un viaje de ensoñación, ambos van transformando sus vidas casi sin darse cuenta.

EL pájaro azul

¿Algo más para los preadolescentes? Claro. Puede ir mañana o el domingo, con sus hijos mayores de 12, a la sala A1 del GAM. Ahí verá Las cosas también tienen mamá, la historia de Juliette Jacquot, la curiosa protagonista que regresa a casa tras una larga ausencia, para descubrir el drama de su familia, conmoverse y replantear su vida.

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En el corazón de Matucana
Por estos días hay otro festival teatral dedicado a las familias, el de la Biblioteca de Santiago, uno gratuito que ya va en su séptima edición. Sus organizadores lo definen como “una avalancha de teatro, títeres y colores”, porque hasta este domingo sumará funciones de martes a viernes en cinco horarios y en otros tres diarios los fines de semana.

Hoy viernes, por ejemplo, a las 4 PM, en el auditorio de la biblioteca presentarán la obra Gabriela, que relata la infancia de Lucila, una pequeña ávida consumidora de libros, juegos y poesía que más tarde se transformará en Gabriela Mistral. Un entretenido y breve montaje -50 minutos- pensado para niños de entre ocho y 14 años.

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Otra opción es ir a ese mismo lugar, mañana al mediodía, a ver con sus hijos mayores de cinco años la obra Pequeños habitantes. ¿De qué trata? Habla de la vida en el bosque, donde ardillas, gnomos, un zorro y un conejo se despiertan bailando y cantando junto a un hada que también vive en el lugar. Pero un día, Maruja la bruja amenaza a los habitantes con una maldición y la cosa se pone seria.

Mañana y el domingo, a las 3.30 PM, en la sala del Zócalo Sur de la biblioteca, estarán los Cuentos sobre el origen de las cosas, que rescatan algunas de las leyendas más antiguas para explicar cómo el mundo fue tomando la forma que tiene hoy.

Ojo, que los cupos para las obras de este festival son limitados y se entregan -gratis- por orden de llegada. Por eso, llegue unos minutos antes a cada función, para que no se quede afuera.

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Niños extraviados y trenzas largas

Si al Anfiteatro del Bellas Artes llegará una versión con títeres del cuento Hansel y Gretel, el próximo viernes 24 de julio debutará otra adaptación, esta vez a cargo de la compañía Tema Gestión Teatral, en la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo (ex Centro Cultural). Es un montaje gratuito de 45 minutos, especial para niños desde los tres años.

El sábado 25 y el domingo 26 de julio, en ese mismo lugar, será el turno de los mayores de 10, que podrán ir a ver en familia La Caperuza Roja, una versión muy entretenida y actualizada, con música y bailes, del clásico cuento de Charles Perrault.

Caperuza

Para los que anden este fin de semana paseando por Las Condes, también hay una alternativa clásica: Rapunzel, otro de los cuentos famosos de los hermanos Grimm. Debuta mañana en el Teatro Los Dominicos, en el pueblito de artesanos del mismo nombre. Lo más entretenido es que esta es una versión musical, con algo de clown y de sombras chinas, protagonizada por Catalina Castelblanco, actriz que se hizo conocida hace unos años en la teleserie Floribella (TVN).

¿Y la historia? Se centra en una princesa que al nacer es dotada de un precioso, largo y poderoso cabello dorado. La malvada Gothel la rapta y la encierra en una torre en medio del bosque, donde la niña cuenta sólo con un amigo, un camaleón.

Rapunzel

En la Corporación Cultural de La Reina también tienen una oferta de teatro familiar para estas vacaciones de invierno. Este domingo, a las 5 PM, lleve a sus hijos mayores de cinco años a ese espacio de Av. Echeñique con Santa Rita.

¿Qué podrán ver ahí? El circo de los juguetes, la obra en que Soldado de Plomo, Bailarina y Payaso se resignan y esperan la llegada de nuevos integrantes a este circo juguetón que divierte a los niños. Todos, menos Muñeca de Trapo, que no lo acepta y planea una maléfica intriga para impedirlo junto a un misterioso personaje: el Viejo del Saco.

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Si su familia busca algo más experimental, no tan clásico, una buena idea es ir a la sala Ana González, del Centro Cultural Estación Mapocho. Ahí, hoy y mañana, a las 9.30 PM, estará la obra Como ovejas y lobos, donde se deja de lado la palabra y se privilegian las imágenes, la música y la iluminación para abordar la lucha entre dos especies opuestas (ovejas y lobos) que, a la vez, simbolizan la contraposición entre el bien y el mal, el día y la noche, el cautiverio y la libertad, la obediencia y el instinto, y la sumisión y la violencia, entre otros conceptos.

Como ovejas y lobos

No se le ocurra llevar a los más chicos a Como ovejas y lobos: por su mayor complejidad, esta obra es para ir a verla con los preadolescentes de la casa, los mayores de 12 años.

Y si este fin de semana -para algunos largo- anda de paseo por la V Región, dé una vuelta, mañana o el domingo, por el Teatro Museo del Títere y el Payaso, en el cerro Cárcel de Valparaíso. Ahí, a las 4.30 PM, se presentará La plaza y Rony Candela, una obra de marionetas que relata la cotidianidad, a veces mágica, de una plaza de barrio. Las casas coloridas que la rodean, un árbol, un farol, un columpio y un resbalín serán testigos de las aventuras de una niña, un perro, una vecina enamorada, un abuelo y unos divertidos payasos, entre otros personajes. Una historia entretenida y con alma porteña para mayores de tres años.

No se vaya sin antes recorrer el teatro-museo, que es un espectáculo en sí mismo. Funciona en una antigua iglesia y, además del escenario -que se instaló donde antes estuvo el púlpi- to-, hay una entretenida exhibición de títeres, algunos muy exóticos y raros de encontrar, como unos del Lejano Oriente. Ahí también se cuenta la historia de los payasos y se muestran diferentes objetos que son parte de su rutina, como un clásico cañón desde donde se lanza el tony y el hombre bala. Lo mejor es que pagando la entrada a la obra, se puede disfrutar de este museo tan particular.

Para ver las coordenadas de todas estas obras, haz click aquí.

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