A medida que se avanza en materia de inclusividad, son cada vez más los parques y áreas verdes que implementan rutas accesibles de manera de que las personas con discapacidad también los puedan disfrutar.

En especial considerando que según la Encuesta Nacional de Discapacidad 2015 en Chile existen más de 2,8 millones de personas en esta situación, alrededor del 16,7 de la población.

Por eso, para avanzar en la inclusividad en este aspecto es que Sernatur acaba de dar a conocer la Hoja de Ruta de Turismo Accesible, la que contempla ejes estratégicos que promuevan y protegan las acciones en pro de mejorar la oferta turística para las personas con discapacidad.

Se trata de un plan para el período 2022-2026, fruto del trabajo organismos públicos, privados y organizaciones sin fines de lucro, que busca proyectar iniciativas en distintas áreas y que fomenten el turismo accesible.

“Esta hoja es parte del desarrollo de un turismo responsable y sostenible, el cual implica el reconocimiento de todos sus actores en un proceso de desarrollo inclusivo, donde no se deje a nadie atrás en una actividad que genera cambios en la calidad de vida de las personas”, explica la directora nacional de Sernatur, Andrea Wolleter.

Entre los varios objetivos de este plan está la creación de nuevos senderos, caminos, infraestructura y actividades accesibles en parques y reservas nacionales.

Un aspecto en el que se ha avanzando en los últimos años, pero en el que sin duda hay mucho por hacer aun.

Rutas accesibles a lo largo de Chile

De hecho, según el último castro de diciembre de 2021, a lo largo del país existen 49 áreás silvestres protegidas que poseen rutas accesibles, cifra que representa el 61% de este tipo de recintos al aire libre, que administra la Conaf.

Esto significa que cuentan con senderos aptos para las personas con discapacidad, baños, sitios de camping, audioguias o piscinas termales, por ejemplo.

Del total, 23 son parques nacionales, 16 reservas nacionales, nueve monumentos naturales y un santuario de la naturaleza.

En la Región de Atacama, por ejemplo, el Parque Nacional Llanos de Challe tiene una pasarela de madera de 200 metros para ingresar a la playa, además de un sitio de camping con acceso para las personas con discapacidad.

Mientras que el primer parque nacional de la Región Metropolitana, Río Clarillo, en Pirque, cuenta con variada infraestructura inclusiva, como baños, sitios de merienda especiales y un mirador y un sendero aptos para los visitantes con discapacidad motriz.

Además, en el sur hay varias áreas silvestres protegidas con infraestructura para el turismo accesible, como los parques Radal Siete Tazas, Conguillio y Vicente Pérez Rosales, por nombrar algunos.

Si quieres más información puedes revisar la web de la Conaf, ya que en los sitios dedicados a cada parque se indica si cuenta o no con rutas accesibles.