Aunque el 2023 no ha sido el mejor año para las películas de superhéroes, un nuevo título viene a sumarse al listado de cintas basadas en historietas: Aquaman y el reino perdido.
La producción con el sello de DC Comics que debuta en salas precedida por el verdadero terremoto que provocó The Marvels en el mundo cinematográfico de su competidor directo.
Un sismo provocado por el tropiezo en taquilla del filme con Brie Larson que cerró un año complicado para Marvel, que partió con la debacle de Ant-man and the Wasp: Quantumania.
Algo de lo que DC no ha estado tan lejos, porque si bien The Flash y Blue Beetle salieron honrosos de su paso por el cine, tampoco marcaron un gran pasaje en la aventura fílmica.
Por lo que la segunda película con Jason Momoa como el paladín/monarca submarino se enfoca en hacer pasar un buen rato, apostando por la efectiva mezcla de acción y comedia.
Los efectos especiales como protagonistas
Un último apartado que saca partido al bufonesco encanto de Momoa y su interacción, al estilo de una buddy movie, con Patrick Wilson en el rol de su medio hermano Orm.
Además del gran protagonismo de los efectos especiales, usual en este tipo de cintas, para crear paisajes marinos sorprendentes, entre reinos abandonados y la tecnologizada Atlántida.
Los que, junto con una isla con animales de mega estatura, son los escenarios por los que se mueve esta secuela de la cinta de 2018, la primera con Aquaman en el rol principal.
Donde él mismo relató cómo se conocieron sus padres, el humano Thomas (Temuera Morrison) y Atlanna (Nicole Kidman), una princesa atlante que escapó de un matrimonio concertado.
Además de la lucha contra su propio hermano, que quiso unir a los reinos marinos para destruir a los humanos, y cómo se enamoró de otra princesa acuática: Mera (Amber Heard).
Aquaman se asocia con su hermano Orm
Con la que, como de nuevo relata en su segunda cinta, se casó, tuvo un hijo y además rige la Atlántida, último rol que claramente es más aburrido y complicado de lo que imaginaba.
Pero las cosas pronto se ponen más movidas, y peligrosas, cuando reaparece Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) dispuesto a destruir el planeta con tal de vengarse de él.
Un objetivo que pretende llevar a cabo con el Tridente Negro y el “apoyo” del espectro del creador de este artilugio, el desquiciado Antrax (Pilou Asbæk), hermano de Atlan.
Lo que obliga al protagonista a pedir ayuda a quien menos esperaba: Orm, debiendo rescatarlo de una cárcel en el desierto para luego enfrentar una riesgosa aventura juntos.
La cual se convierte en el eje, junto a la química entre Momoa y Wilson, de una cinta hecha para los fanáticos de los personajes DC, que logra entretener sin aspirar a mucho más.
Donde el pulpo Topo tiene más diálogos y prominencia que Heard, última actriz que tras su bullado divorcio de Johnny Depp tuvo claros problemas con los productores de la cinta.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: James Wan
PROTAGONISTAS: Jason Momoa, Patrick Wilson, Yahya Abdul-Mateen II, Nicole Kidman, Amber Heard, Temuera Morrison, Randall Park, Dolph Lundgren
GÉNERO: Aventuras, Comedia, Acción
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años