Por Lya Rosén

Los animales en el cine no son extraños. Están los compañeros, generalmente encarnados por perros y gatos, y los villanos, como el tiburón que merodea a Blake Lively en el thriller Miedo profundo (2016). Sin embargo, los bovinos tienen esporádicas apariciones en la pantalla grande.
La excepción reciente es Jacqueline, la vaca de la raza Tarentaise que coprotagoniza la cinta dirigida por el francés Mohamed Hamidi, en la que el comediante galo Fatsah Bouyahmed encarna a Fatah, un pequeño agricultor argelino que anhela presentarse junto a su animal favorito en el Salón de la Agricultura de París. El sueño parece comenzar a gestarse cuando recibe una invitación para participar en su muestra ganadera, pero se da cuenta de que ésta no incluye el transporte a la Ciudad Luz.

Gracias a la colaboración de los habitantes de su pequeño pueblo en Argelia y después de encarar el enojo de su esposa Naïma (Hajar Masdouki), Fatah llega al puerto de Marsella e inicia su larga caminata hacia París en compañía de su vaca. Un extenso recorrido que lo hará reencontrarse con su yerno Hassan (Jamel Debbouze) y forjar nuevas amistades, como con Philippe (Lambert Wilson), un conde en bancarrota.

No se metan con mi vaca ofrece una historia de sencillez y de tolerancia, que puede ser disfrutada por toda la familia y cuyo encanto se inspira en la calidez de su protagonista y la visión simple y práctica con que enfrenta el día a día.

Titulo Original: La Vache
Género: Comedia
País: Francia
Año: 2016
Director y guionista: Mohamed Hamidi
Reparto: Fatsah Bouyahmed, Lambert Wilson
Edad: Todo público