Por: Damaris Torres Fecha:8 Abr 2019

Casa Kiltro, el nuevo restaurante de comida chilena del barrio Yungay

Platos con baranda, como se dice tradicionalmente a los ultra contundentes, así son las preparaciones que llegarán a tu mesa en el nuevo local del barrio Yungay, donde te aseguramos que probarás un pernil increíble y unas sopapillas de papa que te harán alucinar.

Justo frente al Parque Portales (sólo a unas cuadras de Av. Matucana), se instaló el restaurante de comida chilena Bodegón Casa Kiltro.

Es del chef Mauricio Pérez, más conocido como Kiltro Suelto, quien lo inauguró hace dos meses en pleno Barrio Yungay.

Ahí, de lunes a domingo, podrás ir a probar platos propios de la gastronomía nacional que se caracterizan por ser ultra contundentes.

Otra de las gracias de este local es que no tiene carta, pero sí hay un menú diario de $ 4.000 que incluye fondo, ensalada, postre y copa de vino.

Por ejemplo, te puede tocar un plato de lentejas con chuleta ($ 4.000), o unos “Manuel Rodríguez”, que son porotos con rienda o tallarines, y una longaniza que cruza el plato de lado a lado, o “bote a bote”, como prefiere describirlo el chef ($ 4.000)

También podrás pedir unas sabrosas prietas artesanales (las traen de Purranque, cerca de Osorno) que acompañan con puré ($ 3.800).

O el plato que se ve en la foto, que es un enorme pernil con papas -en julio trabaja sólo con las chilotas, esas moradas que provienen de la Isla grande-, y que acompaña con un pebre y ají verde ($ 6.000).

Para tomar en Bodegón Casa Kiltro

Antes de ir, debes saber que en Bodegón Casa Kiltro también se preparan desayunos y ricos picoteos para las tardes.

Si vas en la mañana, bueno es que pidas su tetera de mate o su taza de café de trigo con un mix de sopapillas sin zapallo y súper grandes, que hace al estilo mapuche. Son ultra sabrosas y cuestan sólo $ 3.000.

Y si pasas después del trabajo, lo mejor es pedir su “tabla huachaca”, para aproximadamente tres personas.

Esta lleva prieta, longaniza artesanal, pernil, pollo al pil pil, vegetales salteados al pipeño -entre ellos aceitunas, tomate y berenjenas-, papas bravas y sopaipillas. Unas perfectas para untar en sus dos variedades de pebre, uno tradicional de ají y otro con quinoa y menta ($ 8.000).

Acompaña la tabla con alguna de sus cuatro cervezas artesanales, entre ellas la Porter, una negra de 5º con bastante cuerpo, o la preferida de la casa, la Ambar Ale, una de alta fermentación y bien aromática.

También tienen sánguches que te harán salivar de sólo verlos, como “el roto”, que lleva churrasco al pipeño, palta, tomate en rodajas, una lactonesa casera al oliva y un pebre de quinoa que es adictivo. Todo en unas sopaipillas de papas que le quedan perfecto, porque no se deshacen y son ultra ricas ($ 4.000).

Pruébalo con sus vasos de medio litro de borgoña, que hacen con frutilla natural que dejan macerar en el vino tinto desde el día anterior ($ 2.500). O con su clery, que se prepara con pipeño ($ 2.500).

Ojo: también tienen la famosa “chupilca”, el sabroso vino con harina tostada. Súper refrescante.

¿Quieres conocer otro restaurante en el barrio? Entonces visita la panadería de pan de masa madre, Le Quartier y el Café Forastero.