Kilig: el café de especialidad para acompañar tus paseos por el persa Bio Bío
En la calle Placer encuentras esta cafetería al paso, donde sus mismos dueños tuestan los granos con que preparan espressos, capuccinos y variedades de especialidad, como el chemex.
Si en tus recorridos por el Persa Bio Bío te dan ganas de tomar un buen café, uno distinto al instantáeo, hay un lugar donde puedes irte a la segura, Kilig.
Esa palabra de la lengua tagala -la que se habla mayoritariamente en Filipinas-, y que signfica algo así como sentir mariposas en el estómago cuando te enamoras, fue que la que escogieron sus dueños para bautizar a su emprendimiento, un café de especialidad en pleno barrio Franklin.
El venezolano Juan Muñoz y su pareja Michell Avendaño lo abrieron en 2018 entre los puestos del llamado “Galpón de la computación”, donde se hizo conocido entre los locatarios.
Pero hace poco se trasladaron a un nuevo lugar, mucho más visible, en la concurrida calle Placer, a pasos de la entrada del emblemático Persa Víctor Manuel.
Ahí tientan a quienes van a pasear y a cachurear con el aroma que sale de su pequeño local, el del café que ellos mismos tuestan y preparan para disfrutar al paso.
Y con el que siguen una vieja tradición familiar, porque los abuelos de Juan tenían una finca en la región de Mérida, en Venezuela, donde producían café.
Tostado por sus dueños
Toda esa tradición, más el conocimiento que Juan aprendió en la Specialty Coffee Asociation, de la que es miembro, la llevan a Kilig.
Un lugar donde puedes encontrar al paso café que elaboran con granos de cuatro orígenes –Colombia, Ecuador, Perú y Etiopía– y que ellos mismos tuestan todas las semanas.
Señal de garantía para disfrutar en preparaciones tradicionales, como el espresso ($ 1.800), el americano ($ 1.800) o un capuccino ($ 2.000).
También en alguna de las seis variedades de especialidad que ofrecen, con distintos métodos de filtrado, como el kalita, de origen japonés y que permite disfrutar la mayor cantidad de características ($ 3.000).
O el chemex ($ 3.000), un filtrado a través de goteo que permite tomar una taza de café muy limpio.
En Kilig, además, puedes elegir la leche, escogiendo entre entera, descremada, semi descreamda, de almendra o Not Milk para los veganos.
Mejor si acompañas tu café con alguno de los macarrones ($ 1.000), de variedades como pistacho, maracuyá o pie de limón, o el otro hit del lugar, el brownie casero, de cubierta crujiente e interior húmedo, que se sirve con helado ($ 3.000).
Ojo, que a través de su página web puedes comprar el café que ellos tuestan.
Kilig
Dirección
Placer 633
Santiago,
Santiago
Chile
Teléfono
Website
Horario
Lunes a miércoles, 10 AM a 4 PM. Jueves a domingo, 10 AMa 6 PM
Estacionamiento
En calles aledañas, gratis
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