Es la catedral del pipeño y la chicha en Independencia. Uno con 30 años de historia, lugar de peregrinación en estas fechas y, como es tradición, lo encontrarás abierto estas Fiestas Patrias, al igual que el restaurante de cocina chilena, a cargo de su hija.

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Mario Rivas Rodríguez es oriundo de Chillán y el rey del pipeño y la chicha, como se le conoce por su local, Las Pipas de Einstein.

El mismo que celebra sus 30 años en Avenida Einstein con Guanaco, a los pies del Estadio Santa Laura, en Independencia.

Y que es conocida como la catedral de la chicha y del pipeño.

De hecho, Mario, quien iba a ser profesor de inglés, llegó a Santiago en 1983. Al poco andar se dio cuenta de que eso no era los suyo y comenzó vendiendo vino.

Primero a don Alfonso Riquelme Ferrada, quien tenía una envasadora y distribuidora en Chillán. Hasta que entendió que debía hacer su propio camino.

Las Pipas de Einstein: la catedral del pipeño y la chicha

Por lo que abrió su propio local, que en un principio llamó Envasadora de vinos de Chillán y fueron sus mismos clientes quienes comenzaron a llamarlo, la Picá de Einstein, o Las Pipas de Einstein, así es que le cambio el nombre.

Y así nació este local, hecho al estilo de las chicherías de Chillán, con pipas, barriles, estribos, ruedas de carreta, chuicas y garrafas.

Uno donde encuentras vinos, chichas y pipeños, del valle de Itata, de zonas como Coelemu, Villa Alegre, Portezuelo y Guarilihue.

Y no cierra en Fiestas Patrias. Por lo que si bien lo más probable es que te enfrentes a una larga fila, puedes ir a comprar sus imperdibles, como el Pipeño ($ 2.300 el litro, $ 9.000 la garrafa de cinco), blanco, de uva Moscatel de Alejandría, el vino del pueblo, vital para el terremoto.

Y que es un vino sin filtrar, por lo que tiene un aspecto turbio, característico del típico vino de campo chileno que se guardaba en pipas, de ahí su nombre.

También puedes comprar ahí la granadina ($ 6.300), que se combina con el Pipeño si te gusta el terremoto dulcecito; o el fernet ($ 6.000), si te gusta más amargo.

Además de la Chicha rosada ($ 3.000 el litro, $14.000 el bidón de cinco), fresca y dulce hecha de uva País, del valle de Itata.

O el Vino añejo ($ 4.800), que se usa para cocteles clásicos como la vaina, que viene de San Felipe y se hace de forma artesanal, con uva Negra, agua ardiente de uva Moscatel y almíbar.

Además, hace poco más de un año, Mario Rivas abrió un restaurant,  donde puedes probar sus productos, acompañado de parrillada y la cocina chilena, a cargo de Macarena, hija de Mario.

Al igual que Las Pipas, abre todo el año. Puedes ver todo el detalle aquí.