Después de 65 años, la historia de este emblemático bistró francés de calle Merced llega su fin. Pero hasta que se venda, todavía puedes ir a probar sus clásicos, como la sopa de cebolla o el filete a la pimienta.

---

“Me atrevo a escribir al menos para despedirme de los cientos de miles que han tenido la oportunidad de conocer Les Assassins“, expresaba en las Cartas al Director de El Mercurio el fin de semana pasado Juan Carlos Cheyre, el dueño de este restaurante de barrio Lastarria.

Y sus sentidas palabras llegaron a muchos, porque no se trata de un restaurante más, sino de uno de los clásicos del sector, que abrió hace 56 años en la calle Merced, justo frente a Lastarria.

Un bistró de estilo francés que tiene el mismo nombre del local que existió por exactos 56 años en el número 43 de la Rue Jacob en Saint Germain des Pres, en París y que Cheyre conoció cuando en 1961 fue a estudiar hotelería en la escuela Jean Drouant.

Esa travesía partió a bordo de un barco, el Louis Lumière, y es parte del relato de Una vida, un restaurante y algo más, el libro de su autoría en el que, entre sabrosas anécdotas, recorre el más de medio siglo de vida de Les Assassins.

Una historia que ahora llega a su fin. “Después de 56 años de popular historial y de mucho prestigio, tanto en el extranjero como en Chile, voy a tener que vender mi derecho de llave por edad, pandemia y soledad, incluyendo el éxodo de mis queridos hijos que trabajan conmigo”, escribió su dueño en la mencionada carta.

Pionero en Lastarria

“Fuimos los pioneros en el barrio Lastarria” cuenta Cheyre mientras entrega las compras del supermercado con las que acaba de llegar  y que luego cocinará en el menú diario de su restaurante.

Cuando abrió sus puertas, a mediados de los 60, ni siquiera estaba el bar Berri, otro de los históricos de este sector que sigue en pie.

“Este local esta era una fuente de soda que remodelamos durante seis meses con ayuda de mi madre, Bessy Stevenson, que era housekeeper del Hotel Carrera”, cuenta Juan Carlos.

Ahí partió la historia de Les Assassins, que por décadas fue una parada obligada para los amantes de la buena gastronomía francesa y que pronto podría cerrar.

Eso, porque hoy vende el derecho de llave. De hecho, el cartel de “Se Vende” se encuentra pegado a un costado de la terraza de seis mesas con que funciona a la hora de almuerzo. Y al otro lado está su moto, en la que llega a diario.

“No esperé que llegara tan lejos. Hace un mes que mi hijo se fue a vivir a Chillán y a mis 77 años, ya es mucho trabajo. Da pena, pero tendría que nacer de nuevo”, lamenta Cheyre .

Así, con su venta se suma a la lista de restaurantes emblemáticos de Lastarria que cerraron sus puertas en el último año, como el bar Catedral y el italiano Squadritto.

Les Assassins a la carta

Pero hay al menos una noticia alentadora, porque hasta que se venda todavía puedes ir a disfrutar de la cocina francesa de Les Assassins.

Abierto de lunes a viernes en esta Fase 2, aproveche de pedir su menú menú de almuerzo ($ 6.500), con alternativas que se anuncian en la pizarra, como reineta meuniere, con salsa de mantequilla  perejil y limón, chuleta o pollo mignon, acompañado de papas cocidas o arroz, por ejemplo.

Mejor si vas por los clásicos de la casa, como la maravillosa soupe à l’oignon ($ 5.980), la sopa de cebolla con crutones y queso, o el steak au poivre ($ 12.200), filete a la pimienta que puedes acompañar de arroz o papas al vapor.

O el coq au vin ($ 10.200), pechuga de pollo, deshuesada y guisada al vino con chalotas, tocino y champiñones.

De postre, infaltable es el créme brûlée ($ 3.980), con esa capa de caramelo sopleteado por el mismo Juan Carlos Cheyre.

Para acompañar puedes pedir una jarra de sangría ($ 12.500), por ejemplo, copa de vino blanco ($ 3.500) o jugo natural ($ 2.980), de manzana o naranja plátano.