Sierra Restaurante abrió en 2018 y esta a cargo de Cristián Sierra, el chef que trabajó por 7 años Boragó, el restaurante chileno que ocupa el número 27 entre los 50 mejores del mundo.

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Sierra Restaurante es uno que fue uno de las aperturas que dieron que hablar el 2018  . Está ubicado en Antonio Varas 117, muy cerca del metro Manuel Montt y es una de esas maravillas que son toda una experiencia gastronómica.

Partiendo por que está a cargo de  Cristián Sierra, el chef que trabajó durante 7 años en Boragó, el restaurante chileno que ocupa el número 27 entre los 50 mejores del mundo.

Y lo que hace en Sierra Restaurante,  es recrear en parte la historia de su padre, un carnicero que tal como ocurre en Sierra, hacia    las longanizas, prietas y arrollado de huaso, para vender en su carnicería de La Cisterna.

De hecho, las longanizas y prietas en Sierra Restaurante se hacen siguiendo sus recetas, al pié de la letra.

El resultado es un delicioso menú carnívoro, que mezcla cocina de vanguardia y cultura chilena, y que puedes probar en un menú de almuerzo que de martes a sábado cuesta $ 10.000.

De noche lo que corre es el menú completo: 9 tiempos ($ 30.000) más $ 16.000 si lo quieres maridado. Vale la pena totalmente.

Ojo que en el menú de almuerzo siempre hay una alternativa veggie y puedes pedir el menú nocturno vegetariano, incluso vegano, si lo reservas con un día de anticipación.

El menú de noche en Sierra Restaurante

¿Que probar? Como te contamos, se trata de un menú de 9 tiempos, cosa que puedas probar y vivir toda la experiencia de Sierra Restaurante.

Lo que te tocará seguro, son unas “dobladitas”, calentitas hechas ahí mismo, con una salsa de merkén y cebolla. Una delicia total.

Luego “crocante chunchul”, que es parte del intestino grueso, y que aquí es un bocado elegante, sabrosísimo y viene acompañado con una sopa fresca, con pepino, jibia y limón.

Otros platos que están deliciosos, es la carne de “caballo”, desilachada y riquísima,  y el “conejo” que es una de las novedades de esta temporada, de una intensidad de sabor que de seguro te hará querer repetición.

Uno de nuestros favoritos en todo caso, fue la “parrilla a la chilena”, lo que llegará a tu mesa es efectivamente una parrilla, con dos fierritos, uno con papada de cerdo, la parta más grasa y sabrosa del chanchito, que llegará crocante como galleta, y otra de vaca vieja.

Sí, vaca vieja, de hecho se trata de las vacas que dan leche por años, y que no se comen por ser dura su carne. La misma que aquí se deja madurar en su propia grasa por más de 70 días, cosa de lograr una textura tierna y sabrosa que es una maravilla.

Pura vanguardia y cultura gastronómica chilena.