Uri House: la imperdible cena escondida de inspiración asiática y deliciosa a rabiar
Esta cena clandestina es de esas experiencias únicas, con una mezcla de sabores y texturas que de seguro valdrán la pena si lo que te gusta es probar y apostar por algo diferente. Todo sentado en el suelo del living de una casa, donde chef y bartender cocinan para ti y no más de tres personas extra.
Uri House viene del pronombre coreano que significa “nosotros” y es también el nombre de una cena escondida, de esas a las que sólo llegas por dato.
De hecho, es para dos o cuatro personas y funciona sólo los domingos, lunes y martes en un departamento de Av. Vicuña Mackenna, Ñuñoa, del cual sólo sabrás la dirección cuando reserves.
Se trata de un menú maridaje, de siete tiempos, a cargo de Jonathan Angarita, chef venezolano que fue sub chef en Moshi, local en Medellín, inspirados en la cocina asiática del Grupo Carmen, los mismos detrás de premiados restaurantes como X.O. y Carmen.
Desde ahí se vino a Chile para trabajar en DeCalle, de Benjamín Nast, y actualmente lo encuentras de lleno en Uri House.
Los siete tiempos se acompañan de cuatro cocteles, a cargo Daniela Solis, bartender, quien actualmente está a cargo de crear los cocteles que pruebas en los locales del Grupo Jardineros, incluido Demencia.
De hecho, Daniela fue la ganadora en 2023 de Tío Pepe Challenge, desafío que la llevó a competir por Chile, en Jerez de la Frontera, en Cádiz.
Platos y cocteles de inspiración asiática
En Uri House lo que encuentras es un menú ($ 45.000 p/p), de siete tiempos, seis salados y un postre, más cuatro cocteles, de inspiración asiática, donde puedes encontrarte con sabores que son una interpretación de los de Vietnam o Corea, por ejemplo.
Cada experiencia es distinta a la otra y puedes pedir menú especial si eres vegetariano. La idea es que te sientas en casa.
Ten en cuenta que te sientas en el suelo, al estilo asiático, pero si no te acomoda, es cosa de decirlo.
Y si bien hay lista de espera, ¡vale la espera!
Para no spoilear te contaremos parte de lo que probamos. Partiendo por Trai Khom, un cóctel salino, delicioso, que está inspirado en Vietnam, en base a sake, piña lactofermentada, con syrup de cilantro, naranja y toques de tabasco.
El que acompaña a dos platos, un crudo de pescado del día, con leche de tigre de coco y patacón, además del Jat haemul naengook, de inspiración coreana, una crema de frutos secos y pera, acompañada de fideos de trigo y una croqueta de albacora y rollizo frita, más hojas de mizuna para darle un toque más fresco.
Mientras que a los dos siguientes platos los acompaña Mihoutao, un coctel de soju, kiwi clarificado en leche para darle una textura más cremosa en boca y soda de matcha.
Más Choritos zapato a la parrilla, bañados en grasa de pato, con salsa negra y gel de pepino lactofermentado, con piel de naranja y pomelo confitada en almíbar de panela.
También el Tom Yam kunf Nam Kon, inspirado en Tailandia, que es un caldo a base de Nam Prik Pao, una pasta de ajíes y panela, más leche de coco, fondo de ave y pescado; más jibia, champiñón ostra, casabe y cilantro.
De hecho, si bien vamos a la mitad del menú, no te daremos más detalles para no arruinar la sorpresa.
Sí te diremos que vayas con hambre, ya que ninguno de los platos tiene el tamaño acostumbrado de un menú degustación. Por el contrario, son porciones muy contundentes y con mucho sabor.
Como te contábamos, se trata de una cena clandestina, y la que sólo puedes reservar a través de su Instagram.
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