Hay varias formas de disfrutar un restaurante como Very Kitsch (Click acá para ver nota anterior).
La más lógica, o de seguro la primera que se te viene a la cabeza, es por la comida.
Por la posibilidad de probar, gozar y sorprenderte por la sabrosa propuesta del lugar.
O quizás por el ambiente, que es tan entretenido, que te hace querer ir una o mil veces.
A veces también ocurre que el lugar puede conquistarte sólo por sí mismo.
Por esa magia que pasa cuando un sitio te sorprende, te hace sonreír de entrada y te encandila con un estilo propio.
Ese es el caso de Very Kitsch.
Es el restaurante de calle Mallinkrodt, en pleno barrio Bellavista, donde en marcos dorados cuelgan figuras como Zalo Reyes o el mismísimo Compadre Moncho.
Pura nostalgia Kitsch, con una estética recargada, colorida y llena de detalles que hacen un guiño a la cultura pop.
De hecho, detrás está Pato Hado, el mismo creador de las Fiestas Kitsch de la Blondie, famosas por su plagada de reminiscencias de radio AM, pura nostalgia.
Very Kitsch a la carta
Tal como sucede con las murallas, la carta de este restaurante está plagada de sabor chileno, bien popular.
Como los “zapallitos rellenos” ($ 5.800) que va asados, rellenos con champiñones y queso parmesano que puede ser vegano.
Otra opción es el sanguchito de “pescado frito” ($ 6.800), con ensalada chilena, ají verde y mayo casera que puede ser en marraqueta o pan amasado.
Acompáñalo de un “viejo verde” ($ 4.200) un cóctel con tequila, jugo de limón, palta y ají verde.
HORARIO: Ma. y mi., 7 PM a 1 AM. Ju. a sá., 7 PM a 4 PM.
ESTACIONAMIENTO: Por calles aledañas, gratis.