Al igual que el árbol, los regalos y el Viejo Pascuero, El Cascanueces es desde hace más de un siglo  un símbolo de la Navidad.

Es que ya es una tradición que durante esta época del año se vuelva a montar este clásico ballet, reconocido por su historia mágica y familiar y por la música de Piotr I. Tchaikovsky.

Un espectáculo familiar que es parte de la historia del Teatro Municipal de Santiago, donde se ha visto en innumerables ocasiones y este año también, ahora que volvieron los eventos presenciales.

Y a este escenario del centro de la capital regresó renovado, con una nueva versión que se estrenó el pasado 17 de diciembre y que apenas se anunció se convirtió en un éxito, agotando todas las entradas.

Por eso se sumaron más funciones, para los días jueves 6, viernes 7, sábado 8 y domingo 9 de enero, para las que quedan las últimas entradas.

Altas expectativas para esta renovada mirada a El Cascanueces, en el que se luce el Ballet de Santiago con una coreografía de su director artístico, Luis Ortigoza.

Se trata de una versión que parte de la clásica historia de E.T.A. Hoffmann y la coreografía de M. Petipa para evocar el ambiente de la Rusia en que apareció por primera vez la obras, a fines del siglo XIX.

Magia y fantasía

Además, mantiene la magia y la fantasía del relato, los que aportan también la escenografía y el vestuario del diseñador teatro Jorge Gallardo.

De hecho, desde hace meses se viene trabajando la escenografía en los talleres del Teatro Municipal, la que incluye trineos, huevos Fabergé gigantes que giran, bosques mágicos y vestuario con decenas de cristales.

En el renovado El Cascanueces, al Ballet de Santiago la acompañan la Orquesta Filarmónica de Santiago, con Pedro Pablo Prudencio en la dirección, y miembros del coro del Muncipal.

Aunque las funciones de enero tendrán solo música grabada.

Las entradas cuestan desde $ 2.000 y las puedes comprar en la web del Teatro Municipal.