A pocos días de su estreno en el Festival de Cine de Venecia, donde recibió el aplauso del público y los críticos presentes, la película El Conde llega a cines chilenos.

Lo que concreta este jueves, una semana antes de su debut por Netflix, sumándose así a los títulos destacados del servicio en lo que queda del año con su humor negro y terror.

Una combinación que guía la historia en torno a un Augusto Pinochet que no ha muerto, ya que en realidad es un vampiro que habita en el sur del país.

En un relato dirigido por Pablo Larraín, cuyo guión fue realizado por el cineasta junto al dramaturgo Guillermo Calderón, que podrá verse en diferentes salas del país.

Como las de Cineplanet de Costanera Center, Florida Center, Valdivia (Mall De Los Ríos) y Valparaíso (Mall Paseo Ross), junto a Muvix La Fábrica (Santiago) y Muvix Go Florida (Talca).

Además de Cineteca Nacional de Chile, Normandie, Centro Arte Alameda , El Biógrafo, Sala K U. Mayor, Cine Arte Viña, Insomnia Teatro Condell (Valparaíso) y -1Cine (Puerto Varas).

Un vampiro que quiere morir

La décima cinta de Larraín, que también fue presentada en el Festival de Telluride, imagina un universo paralelo donde Pinochet (Jaime Vadell) está con vida.

Sin embargo, después de 250 años de existencia, ha decidido dejar de beber sangre para abandonar este mundo, ya que no soporta ser llamado ladrón.

Una situación que inquieta a quienes viven con él en una hacienda ovejera abandonada: su esposa Lucía (Gloria Münchmeyer) y su fiel asistente Fyodor (Alfredo Castro).

Y que además provoca que sus hijos (Catalina Guerra, Marcial Tagle, Amparo Noguera, Diego Muñoz y Antonia Zegers) lleguen preocupados por la herencia.

Pero hay alguien más que arriba a la casona: Carmencita (Paula Luchsinger), que supuestamente es contadora, pero oculta su identidad y verdaderas intenciones.

El Conde fue filmada en blanco y negro bajo la guía del director de fotografía Ed Lachman, quien fue nominado al Oscar por su trabajo en Lejos del cielo y Carol.