Es un hecho la falta de representación de la comunidad LGBTIQ+ en los espacios culturales, explica Fernanda Martínez, una de la gestores –junto a un grupo de amigos– del recién inaugurado Museo Di, el primer recinto virtual chileno que tiene como finalidad relatar sus historias y memorias.
Apareció hace sólo tres días en Instagram, en la cuenta @museo.di, y está ad portas de estrenar un sitio web, que planteará una mirada diversa, disidente, diferente y díscola (de ahí el nombre), a lo que ya se conoce.
Para eso crearon una sección llamada Queerizar los museos, en que toman objetos ya existentes en este tipo de recintos, y le entregan un nuevo valor. Uno que provoque la discusión y el diálogo, y que abra espacios más inclusivos.
Así lo podrás ver, por ejemplo, en la publicación Juntos y semidesnudos, en la que relatan los castigos sufridos por un marinero y un guardiamarino, luego de encontrarlos juntos en la Esmeralda, la corbeta conocida por su gesta del 21 de mayo de 1879.
Más detalles de Museo Di
Eso no es todo, también se están haciendo cuestionarios, donde se invita a los entrevistados a elegir un objeto de su vida cotidiana que les gustaría que se exhibiera en el museo, como es el caso de la arpillera La Otra Marcha, que se ve en la foto principal.
También se les pide seleccionar un lugar de la ciudad donde viven, entre otras actividades que se irán subiendo diariamente a sus plataformas, siguiendo la línea del colombiano Museo Q, que al igual que Di, quiere “sacar del clóset” las historias silenciadas de la comunidad.
Eso, además de visibilizar los Derechos Humanos y memoria LGBTIQ+ en el contexto patrimonial.
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