Un centenar de montajes de teatro, danza, radioteatros, y, ahora, óperas es lo que encuentras en la nutrida programación de la plataforma virtual de Santiago a Mil.
De hecho, durante todo abril podrás disfrutar de cinco clásicos de este género lírico: Carmen, La Traviata, Elektra, Réquiem de Mozart y El ruiseñor y otras fábulas.
¿Lo mejor? Las podrás ver cuando gustes, tan sólo dándole “play” y pagando una entrada online de $ 3.000 (más cargo por servicio).
Óperas en Santiago a Mil
Una imperdible es Carmen, la pieza dramática con música de Georges Bizet y libreto de Ludovic Halévy y Henri Meilhac. Se trata de una producción de Festival de Aix-en-Provence, en Francia, donde te encantarás con la interpretación de los cantantes Stéphanie d’Oustrac, Michael Fabiano y Elsa Dreisig.
Quien está a cargo de la dirección es el ruso Dmitri Tcherniakov, quien en más de dos horas, da nuevas luces a esta obra que muestra el asesinato de una bella y fiera gitana. Ojo, la revista alemana especializada Opernwelt escogió a Tcherniakov, como el Director del Año por esta puesta en escena de 2017.
Tampoco te pierdas La Traviata, la obra estrenada en 1853 con la música del compositor italiano Giuseppe Verdi. El montaje en tres actos dirigido en esta oportunidad por Jean-Francois Sivadier, cuanta acerca de una mujer que deja el camino de la convención social y la hipocresía burguesa, esa figura de la cortesana que incitó tanto el miedo como el deseo en el siglo XIX.
Buena idea es poner atención a la soprano Natalie Dessay, quien “deja la vida sobre el escenario en su papel como Violetta Valery, uno de los más exigentes para una cantante de ópera”, dicen desde Santiago a Mil.
Un Réquiem distinto
Otro que no puedes dejar pasar es Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, quien la compuso para honrar a los difuntos. Esta pieza fue reconvertida por el dramaturgo y escenógrafo italiano Romeo Castellucci, en una celebración por la vida.
En 90 minutos y sin intermedio, verás la creación de Castellucci y el mozartiano Raphaël Pichon, quienes se apoderan del inacabado Réquiem, para convertirlo en una emotiva meditación teatral, enriquecida con numerosas piezas vocales poco conocidas.
Ojo, todos los montajes, incluso Elektra y El ruiseñor y otras fábulas, tienen subtítulos y los encuentras en la plataforma de esta fundación cultural.