Por: Damaris Torres Fecha:19 Jul 2021

Parque de la Infancia: el mejor lugar para que los niños jueguen y disfruten la naturaleza

Desde un funicular hasta casitas en los árboles, además de resbalines, senderos y juegos de agua, encontrarás en este parque que está en una de las laderas del cerro San Cristóbal. Y la entrada es gratuita.

Desde su inauguración en 2012 que se transformó en un hit. Y cómo no, si el Parque de la Infancia tiene muchos tipos de juegos, para que los niños se entretengan durante varias horas.

Está parte del Parque Metropolitano y se ubica en la ladera norponiente del cerro San Cristóbal y la entrada a este pulmón verde de 9.000 hectáreas es gratuita. Eso sí, los niños siempre tienen que ir acompañados por un adulto, incluso si son adolescentes.

Llama la atención por varias razones, entre ellas su diseño, del chileno Alejandro Aravena, quien en 2016 fue galardonado con el Premio Pritzker -también conocido como el Nobel de arquitectura-, y tiene la gracia que aprovecha las laderas del cerro para construir senderos en forma de terrazas, a las que llegarás a través de escaleras o subiendo por los caminos que zigzaguean.

Está tan bien aprovechado el espacio de este lugar que, incluso, la reja que lo separa de Av. Perú, es un juego en tres dimensiones en que los niños podrán caminar más de 300 metros en una suerte de laberinto de color naranja. Además, en este treparán y se deslizarán por resbalines.

Muy cerca de ahí está la atracción durante el verano: los juegos de agua. Se trata de bolas de cemento de distintos tamaños, desde las que salen chorros, para que los niños (incluso los adultos) puedan refrescarse.

En esta zona el piso es antideslizante, para prevenir caídas, y hay unos baños donde puedes ponerle traje de baño a tus hijos, si es que no quieres llevarlos mojados de vuelta a casa.

Resbalines y xilófonos en Parque de la Infancia

Si avanzas cerro arriba te encontrarás con una zona con más de diez casitas en los árboles. Deberás cruzar unos puentes para llegar hasta allá, y desde su interior, tienen vista al parque.

Asimismo, podrás subir en un colorido funicular que te llevará a lo más alto, justo para lanzarte en algunos de los resbalines que te llevarán cerro abajo de la manera más adrenalínica posible. Eso sí, en ese lugar los árboles aún no han crecido lo suficiente para otorgar bastante sombra, por lo que lanzarse en las horas de más calor, puede doler un poco.

Pero no te preocupes que aún hay más diversión, entre ellas una zona de columpios y balancines, y otra con enormes xilófonos, para que creen su propia composición.

Si vas con niños de más de ocho años, entonces tienes que llevarlos al sector liquidámbar, un espacio bien sombreado donde encontrarás juegos para ellos, como un spaceball, una estructura de metal con cuerdas que ellos deberán trepar.

Este parque, además, tiene un secreto súper guardado: la biblioteca Pablo Neruda. Es un espacio de dos piso equipado con sillas y mesas pequeñas y de colores, para que los más chicos se entusiasmen con la lectura. Es más, hay varios libros y cuentos que podrás leerles en el rato que estés allá.

Ojo, también puedes ir con perros, pero siempre que los lleves con arnés, de otra manera no te dejarán entrar.

Más espacios para niños en el Parquemet

Junto con el Parque de la Infancia, el Parque Metropolitano tiene varios otros espacios ideales para disfrutar en familia.

Como el Zoológico Nacional, el más antiguo del país, y donde grandes y chicos se asombran y aprecian a jirafas, tigres, flamencos y cientos de otras especies.

Imperdible también es el renovado Teléferico, que te lleva a varios rincones de este pulmón verde y desde donde tienes una vista inigualable de Santiago.

Y entre las atracciones familiares más recientes, hay una que atrapará a los niños y niñas más aventureros: el Parque Aventura.

Se trata de un parque de diversiones con juegos en altura que está pensando para niños y adultos (más altos de 1.15 metros).

Ahí, tendrás que manejar el vértigo cruzando puentes colgantes, canopys, muros boulder, redes y cuerdas. Además, hay un muro donde se salta al vacío a un altura de siete metros.