Alice in Borderland: los desafíos de otro juego marcan el segundo ciclo de la serie japonesa de Netflix
El espacio basado en el manga de Hara Aso retorna con una segunda entrega donde Arisu, Aguni y Chishiya se convierten en piezas claves de una trama donde la violencia, los desafíos y las dudas se toman el protagonismo.
Mucho antes de que los personajes de El juego del calamar confrontaran competencias infantiles letales, la serie japonesa Alice in Borderland ya había presentado un desafío mortal.
Esto porque en diciembre de 2020, casi un año antes del debut del espacio surcoreano, la producción japonesa llegó a Netflix con su versión del manga de Hara Aso en ocho trepidantes episodios.
Los que mostraron cómo sus personajes afrontaron los tramos de una mortal competencia en un Tokio paralelo, siempre relacionados con una carta de naipes y una pinta y un número diferentes.
Y tuvieron como punto de partida el momento en que Arisu (Kento Yamazaki) y sus amigos Karube (Keita Machida) y Segawa (Yûki Morinaga) aparecieron de forma repentina en “otra” capital nipona.
Una ciudad al parecer desierta, pero donde finalmente debieron moverse a través de desafíos que cobraron las vidas de varios jugadores, además de conocer a figuras como Usagi (Tao Tsuchiya).
El comienzo de un nuevo juego
La escaladora que con el correr de los episodios se convirtió en principal aliada de Arisu, en especial cuando llegan a la Playa y se enfrentan al fundador del lugar: El Sombrero (Nobuaki Kaneko).
Pero como se vio en las emisiones finales del primer ciclo, el líder del hotel es eliminado y asume con mayor violencia y mano dura su antiguo amigo Aguni (Sho Aoyagi), sumiendo a la Playa en el caos.
Esto tras la muerte de una jugadora, la búsqueda por un culpable y el posterior encuentro de Arisu, Usagi, Chishiya (Nijirō Murakami) y Kuina (Aya Asahina), con el mensaje de una vieja conocida.
La cual es Mira (Riisa Naka) y a través de las pantallas situadas en los restos del centro de operación de los administradores, les da la bienvenida a otro juego centrado en las figuras del naipe.
El que se convierte en el eje de la segunda temporada, también de ocho capítulos, donde el cuarteto aguarda el inicio de la competencia en el famoso cruce tokiota de Shibuya, pero la espera es larga.
Los desafíos del segundo ciclo
Sin embargo, luego de que aparecen los otros sobrevivientes de la Playa, la violencia se apodera nuevamente de las calles con armas antitanques y rifles, haciendo que deban correr por sus vidas.
En medio del juego comandado por el Rey de Picas, que no tiene reglas, hasta que a Arisu se le ocurre una forma de superarlo: unirse a la competencia del Rey de Tréboles, donde hallan a Niragi (Dori Sakurada).
En uno de los primeros reencuentros con viejos conocidos, que se suman a la incursión de nuevos personajes que se toman parte del relato, como el confiado y desnudo Kyuma (Tomohisa Yamashita).
Lo que se desarrolla en relatos paralelos que dividen a los protagonistas y permite destacar las personalidades de figuras como el brillante Chishiya en su paso por un juego en la cárcel de Teio.
En el renovado e inquietante pasaje de Alice in Borderland, que conserva la violencia y preguntas sobre dónde se encuentran y quién está detrás de todo, despejando dudas, pero abriendo otras con el paso de su trama.
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