Parece que fue ayer que debutó A todos los chicos de los que me enamoré en Netflix, pero la nueva producción de la plataforma Besos, Kitty demuestra que ya han pasado muchos años.

Ya que la serie original está encabezada por la hermana menor de Lara Jean Covey, la protagonista de la exitosa trilogía fílmica A todos los chicos, inspirada en las novelas de Jenny Han.

La misma autora que concibió la historia de la ya no tan pequeña Katherine “Kitty” Song Covey, que a través de 10 capítulos muestra cómo ella lidia con algunos dramas de la adolescencia.

Pero ya no en territorio estadounidense sino que en Corea del Sur, el país de su madre hasta donde viaja para cursar parte de la secundaria en la Korean Independent School of Seoul (KISS).

Lo que puede realizar gracias a la beca para descendientes de coreanos que la institución ofrece y Kitty (Anna Cathcart) obtiene sin ningún problema, en el inicio de su aventura.

La que llega en el momento exacto en que los k-dramas son un éxito entre los espectadores de Netflix y es claramente una mezcla entre este tipo de espacios con realizaciones estadounidenses.

Los problemas de Kitty en Seúl

Una serie que con liviandad se mueve entre las vivencias románticas, familiares y estudiantiles de la jovencita que siempre se ha declarado una cupido oficial para quienes la rodean.

Un papel que repetirá en su nueva secundaria, pero no la ayudará en su relación con Kim Dae-heon (Choi Min-young), el chico que conoció hace unos años en el viaje familiar a Corea.

Con el cual ha mantenido un noviazgo a la distancia y que a poco llegar Kitty descubre que es pareja de Yuri Han (Gia Kim), la hija de un importante empresario y la directora de la escuela.

Sin embargo, el público sabe que Dae y Yuri están aparentando ser novios para que ella pueda ocultar su verdadera relación con Juliana (Regan Aliya), aunque Kitty no lo sabrá por mucho tiempo.

Lo que se convertirá en una complicación más para la chica, luego de que termine compartiendo cuarto con el mismo Dae y sus amigos Q (Anthony Keyvan) y Min Ho (Sang Heon Lee).

Mientras enfrenta un descubrimiento clave en torno a su madre y los días en que ella estuvo en la secundaria KISS, que incluye a los amigos que conoció en esa época y el nacimiento de un niño.

Lo que se va conociendo a través de una rápida sucesión de capítulos que logra entretener, pero deja de lado la profundización de personajes o conflicto que habría elevado la trama de Besos, Kitty.

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