Muchas de las docuseries que forman parte de la oferta de Netflix muestran lo peor del ser humano, centrándose en asesinos seriales que han impactado a la opinión pública. Muchos de los cuales han sido investigados y atrapados por los protagonistas de Cazar asesinos.

La nueva serie documental de la plataforma de streaming, que se centra en los policías, investigadores y analistas que en sus cuatro capítulos, como la descripción oficial detalla, “revelan los desgarradores y escalofriantes detalles de sus extraordinarios esfuerzos”.

Con emisiones que exponen los pormenores de la búsqueda de figuras tristemente célebres en la historia policial estadounidense, desde el Asesino de Green River, pasando por Aileen Wuornos -que inspiró la película Monster (2003)-, hasta el Asesino de la Cara Feliz.

Comenzado por la titulada El número de muertes que revive, de boca de los policías a cargo, el caso que durante dos décadas conmocionó a Seattle, Washington, y que tuvo su punto de partida en agosto de 1982, cuando aparecen dos cuerpos a la orilla del río Green.

Uno de los agentes que acudió al sitio fue el entonces joven Dave Reichert, quien hoy, ante las cámaras, recuerda su hallazgo de una tercera víctima. Con esta se totalizaron cinco cadáveres de jovencitas descubiertos en ese mismo sector ribereño en tan solo un mes.

Claramente el Departamento de Policía del Condado de King estaba ante un asesino en serie, por lo que su sheriff decidió conformar un equipo especial de investigación integrado por 25 detectives, entre ellos Reichert, que era parte de la Unidad de Homicidios y Robos.

Al que luego se sumarían Fae Brooks, de Delitos Sexuales, y Tom Jensen, de Robos y Hurtos, quienes en el espacio recuerdan con emoción las casi dos décadas de investigación que les tomó dar con el denominado Asesino de Green River, que mató a 49 mujeres.

Las siguientes investigaciones

Luego la docuserie, en su emisión Cacería de hombres, lleva hasta el Condado de Marion, Florida, donde en 1990 el Sargento Brian Jarvis halló el cadáver de un hombre de 50 años que recibió un tiro en la frente. Luego aparecería otra víctima con múltiples disparos.

Los que, como recuerdan Jarvis y su colega Steve Binegar, correspondían a la misma arma y luego se conectarían con casos de meses antes; todos lo que llevaba al accionar de un criminal en serie. La misma asesina de apellido Wuornos a quien ejecutaron en 2002.

Pero todavía faltan los dos capítulos finales que, bajo el título de Mentiras verdaderas, parte 1 y 2, reviven la retorcida historia criminal que tiene su punto de partida en 1990, cuando cerca del río Columbia hallaron el cuerpo de una joven con una soga en el cuello.

La que tras la labor del Detective John Ingram identificaron como Taunja Bennett y cuya muerte se atribuyó Laverne Pavlinac. Pero todo el caso dio una gran vuelta cuando algunos años más tarde llegó una carta a la policía de quien aseguraba ser su verdadero agresor.

El cual sería bautizado por la prensa como El Asesino de la Cara Feliz y cuyo accionar se recuerda en el capítulo final de las cuatro entregas de Cazar asesinos. La docuserie de Netflix donde son claves los recuerdos y emociones de los investigadores policiales.

Los que se combinan con recreaciones, videos de noticieros de la época y las grabaciones con los testimonios de los acusados -entre ellos sus confesiones- para revivir el accionar de tres de los homicidas seriales que más han remecido a los estadounidenses y al mundo.

Ver en Netflix