Fue en 2018 que se comenzó a reescribir la historia de Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y Johnny Lawrence (William Zabka) en Cobra Kai, la serie que se tomó Youtube Red para mostrar cómo los protagonistas de Karate Kid enfrentaban su rivalidad en la madurez.

Un revival de la película de los 80 que cautivó a sus viejos seguidores y conquistó a nuevas audiencias, llamando la atención de Netflix. Lo que llevó al servicio de streaming a adquirir los derechos del espacio y hacer debutar exitosamente en su plataforma su tercer ciclo.

De esta manera, ahí se siguió escribiendo la historia de los ahora cincuentones Lawrence y LaRusso aferrados a varios de los conflictos que los enfrentaron en el pasado, pero en un contexto diferente: con el último como comerciante y el primero tratando de sobrevivir.

Esto llevó a Johnny a abrir un dojo para enseñar karate, que bautizó Cobra Kai -como donde él aprendió artes marciales-, e inspiró a su rival, ahora un exitoso vendedor de autos, a poner su propio dojo para instruir de la forma que le enseñó el Sr. Miyagi (Pat Morita).

El reinicio de sus vivencias en pantalla en que fueron claves los nombres de Miguel (Xolo Maridueña), el vecino y protegido de Lawrence, y Robby (Tanner Buchanan), el hijo de este último que LaRusso comenzó a cuidar y a entrenar sin saber que era hijo de su “enemigo”.

Luego la narración se amplió a las vivencias de sus personajes más jóvenes y sumó a John Kreese (Martin Kove), el antiguo instructor de Lawrence que se tomó el dojo Cobra Kai e impuso una agresiva forma de practicar karate, que luego trajo graves consecuencias.

Un nuevo y peligroso antagonista

Y es con Kreese como máximo antagonista, que llevó a Daniel y Johnny a sumar fuerzas en el último capítulo de la entrega anterior, que debuta por Netflix la cuarta temporada de la serie que ha sabido mezclar las artes marciales con la comedia, el drama y la nostalgia.

Donde sus protagonistas han hecho las paces por el bien de sus alumnos y el dojo de LaRusso, el Miyagi-Do, es el centro de entrenamiento de ambos especialistas y sus opuestas visiones del karate, con el objetivo de ganar el próximo torneo de All-Valley.

Pero Kreese y su grupo no están dispuestos a perder antes sus rivales -lo que significaría el cierre de Cobra Kai- y decide contactar a uno de sus camaradas en Vietnam y en las peleas: Terry Silver (Thomas Ian Griffith), quien trató de manipular a Daniel en Karate Kid 3.

Un retorno que viene a darle renovados aires al espacio, junto con la aparición de otro personaje -un pequeño que busca defenderse de quienes lo molestan en el colegio- y el conflicto sin resolver entre Sam (Mary Mouser) y la aproblemada Tory (Peyton List).

Además de la constante tensión entre Daniel y Johnny, quienes ponen todo de su parte por combinar sus experiencias y lograr el objetivo de derrotar a Kreese y Silver, pero mantienen vivas sus diferencias, en especial después de que Miguel se acerca demasiado a LaRusso.

En el reencuentro con Cobra Kai y su exitosa apuesta por un clásico del pasado y su reinterpretación, que viene a sumar 10 nuevos episodios a su entretenida cronología en pantalla. Donde una vez más es clave la “tensa amistad” entre sus personajes principales.

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