Con El agente nocturno, la serie creada por Shawn Ryan (The shield) en base a la novela homónima de Matthew Quirk, Netflix vuelve a apostar por las conspiraciones y el espionaje.
Dos elementos que ya fueron esenciales en otra de sus producciones de acción y suspenso: El novato, el espacio con Noah Centineo que debutó en diciembre pasado en la plataforma.
El cual mostraba a un joven abogado de la CIA involucrándose en una conspiración internacional. Un eje narrativo que también se parece al del nuevo título concebido por el veterano Ryan.
Ya que su Agente nocturno muestra la historia de Peter Sutherland (Gabriel Basso), un novato empleado del FBI que también debe enfrentar un complot que involucra a varias naciones.
Sin embargo, y a pesar de los evidentes puntos en común, las dos series pueden convivir perfectamente en el catálogo de Netflix, potenciando de buena manera su creciente oferta de thrillers.
Una historia simple pero atrapante
En especial porque la historia de Sutherland mantiene un estilo similar al de clásicos del género -como el mismo The shield-, haciendo de la simpleza y el ritmo de su relato sus atributos.
Los que son esenciales a lo largo de bien construidos y conectados 10 episodios, que tienen como punto de partida una noche en que Peter viaja en el metro de la ciudad de Washington.
Sin embargo, la calma se termina abruptamente cuando descubre que un desconocido dejó una mochila con una bomba y logra evacuar a los pasajeros segundos antes de que esta detone.
Un atentado que marcó un antes y un después en su carrera, ya que por su valiente accionar fue contratado por Diane Farr (Hong Chau), la jefa de gabinete de la presidenta de EE.UU.
Lo que lo hace parte de los agentes que trabajan en la Casa Blanca, en una discreta labor en el subterráneo del lugar, revisando papeles y esperando que suene un teléfono que nunca suena.
La llamada que lo cambia todo
Sin embargo, una madrugada él recibe la llamada de Rose Larkin (Luciane Buchanan), una chica que vio como sus tíos eran atacados por desconocidos, mientras escapaba para pedir ayuda.
Lo que lleva a esta joven experta en ciberseguridad a descubrir que sus tíos eran realmente espías involucrados en un misterioso caso de ribetes internacionales y ahora ella está en peligro.
Pero no solo ella, sino que también quien le prestó ayuda: Peter, quien carga con sus propios problemas familiares, debido a las acusaciones de traición a su fallecido padre, ex agente del FBI.
Con lo que se convierten en el blanco de sicarios, que más tarde se descubre para quien trabajan, en medio de un complot que involucra a un empresario y a figuras del gobierno.
En una intriga que pronto incorpora a dos funcionarios del Servicio Secreto, Arrington (Fola Evans-Akingbola) y Monks (D. B. Woodside) y a la misma Presidenta Travers (Kari Matchett).
En el cautivante desarrollo de El agente nocturno, un espacio que no vino a cambiar las reglas de las series de suspenso y acción, pero si a aportar con su entretenida historia.