El aprendiz de sumo: la serie dramática de Netflix que revela el mundo del milenario deporte japonés
Kan Eguchi es el director de los ocho capítulos que componen el espacio que muestra la historia de un joven y rebelde luchador de sumo, que se hace de un nombre dentro de una disciplina marcada por la dureza y férreos ritos.
La originalidad también forma parte de la oferta de Netflix, sumando ahora la particular apuesta de El aprendiz de sumo, la serie japonesa que combina ambición, drama, violencia y deporte.
Pero no cualquier disciplina, sino que una de las más ancestrales del planeta, considerada el deporte nacional de Japón y cuyo mundo de sacrificios y secretos quedan ahora al descubierto.
Lo que se concreta a lo largo de ocho emisiones dirigidas por Kan Eguchi (The fable), en base al guión de Tomoki Kanazawa, que tienen como eje de su trama a Kiyoshi Oze (Wataru Ichinose).
El muchacho oriundo del distrito de Moji, en la ciudad de Kitakyushu, de fuerte personalidad y que en su infancia fue campeón de judo, que hasta hace solo seis meses vivía con su padre.
En un entorno marcado por la pérdida del restaurante familiar, la apatía de su progenitor y una madre que perdió el decoro, sin olvidar a Kiyoshi usando su corpulencia para intimidar y robar.
Lo que lo lleva a aceptar la propuesta de Kanishi Enzo (Pierre Taki) de sumarse a su establo o academia de sumo en Tokio, deporte que lo hará obtener “dinero, estatus, honor y mujeres”.
El desafío de un deporte milenario
Sin embargo, como lo muestra una trama marcada por la violencia física y verbal, incluso hacia las mujeres, el camino de Oze al éxito y los millones de yenes que anhela no será fácil.
No solo enfrenta a sus compañeros de casa y disciplina, sino que también se hace de un mal nombre por sus malos modales en los campeonatos de nivel Jonokuchi en que participa.
Un duro desafío que intenta abandonar, pero en el que continúa con el apoyo de Shimizu (Shota Sometani), otro aspirante a luchador que deja su práctica para más tarde convertirse en asistente.
Pero la narración también presenta las vivencias paralelas de otros personajes, como un campeón obligado a participar de la disciplina y otro contendor con un pasado relacionado con un crimen.
Y también a Kunishima (Kutsuna Shioli), la periodista que cubre el deporte por obligación y se atreve a cuestionar sus represivas costumbres, mientras se siente cada día más atraída por el protagonista.
Las figuras y hechos de una serie que, a pesar de ritos y una dura disciplina difíciles de asimilar por un occidental, logra cautivar al revelar el inusual y competitivo mundo del sumo.
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