El chico que salvó la Navidad: una aventura familiar para conocer el origen de la festividad
La nueva película original de Netflix, realizada en Reino Unido, viaja a la Finlandia de hace muchos años para mostrar la historia de un niño llamado Nikolas y cómo su buena voluntad cambiará al mundo.
Con cada vez menos días por delante para celebrar una nueva Nochebuena, la oferta familiar de Netflix sigue incorporando títulos relacionados con esa festividad, siendo la última adición El chico que salvó la Navidad, una película realizada en Reino Unido.
La que dirige Gil Kenan (Monster house: la casa de los sustos) en base al guión que Ol Parker y Gil Kenan escribieron teniendo como inspiración el libro A boy called Christmas, de Matt Haig, que combina nieve, elfos, magia y la buena voluntad de un niño.
El que se llama Nikolas (Henry Lawfull) y cuya historia se conoce de boca de Tía Ruth (Maggie Smith), una mujer de avanzada edad que se ha ofrecido para cuidar a sus sobrinos nietos, ya que su padre debe trabajar ese atardecer, poco antes de Navidad.
Y para entretenerlos es que decide narrarles un relato anclado hace muchos años, cuando Nikolas vive con su papá leñador, Joel (Michiel Huisman), en un bosque finlandés, en la humilde casa que los cobija del invierno, pero no los ayuda con la escasez de alimento.
Sin embargo, hay algo que los mantiene contentos a pesar de la adversidad: el recuerdo de su madre y esposa, quien llamaba Christmas (Navidad) al niño y falleció hace un par de años, dejándoles la memoria de su alegre y bondadoso carácter, además de un cuento.
El mismo que Nikolas le pide a su padre que le narre cada noche y que revive la historia de una niña que descubre el lugar exacto, más allá de los gigantes dormidos y la cima de una gran montaña, donde se encontraría Elfhelm, el pueblo en que viven los elfos mágicos.
El mapa con el camino a Elfhelm
Las cosas para padre e hijo parecen empezar a mejorar cuando, al igual que muchos habitantes de su localidad, reciben una invitación a palacio, cita donde el rey (Jim Broadbent) ofrece una recompensa a cualquiera que logre devolverle la esperanza al reino.
Esto lleva a Joel a unirse a algunos vecinos para viajar al norte y dar con el paradero del mítico Elfhelm, donde quizás encuentren algo que ilusione a los lugareños. Para lo que deja al cuidado de su hermana a Nikolas y emprende una travesía de un par de meses.
Sin embargo, las cosas para el niño no van muy bien junto a Tía Carlotta (Kristen Wiig), ya que casi no lo alimenta, lo hace dormir en la intemperie y no soporta a la mascota del chico, el ratón Miika. Todo cambia cuando, en un gorro que hizo su madre, él descubre un mapa.
El cual muestra el camino al pueblo de los elfos y lo alienta a dejar todo atrás para viajar a ese lugar en busca de su padre. En el inicio de una aventura que no estará exenta de peligros y bastantes descubrimientos, siendo el primero que Miika puede hablar.
Aventura navideña
Luego se sumará su encuentro con un reno herido por una flecha, al que ayuda y luego bautiza Blitzen en honor a un lago local, y lo que parecía imposible: hallar Elfhelm y a sus mágicos habitantes, aunque en ese momento las cosas no vayan muy bien para ellos.
Así, con una mezcla de buenos deseos, algo de drama familiar y fantasía, El chico que salvó la Navidad muestra el origen de dicha celebración y su protagonista: San Nicolás, también conocido como Santa Claus o simplemente Viejito Pascuero en nuestro país.
A lo largo de una recomendable cinta -de casi dos horas de duración-, marcada por las buenas acciones y la esperanza, que recuerda a los clásicos largometrajes navideños de hace varios años, como el animado Santa Claus llega a la ciudad, de Rankin-Bass.
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