El diablo en Ohio: el nuevo thriller con tintes de terror de Netflix
Ocho capítulos componen la serie basada en el libro de Daria Polatin, que muestra la historia que tiene como eje a una chica que escapó de una secta satánica y es acogida por una psiquiatra.
En 2017, tras realizar los guiones de las series La consejera y Shut eye, Daria Polatin debutó en la novela para jóvenes adultos con Devil in Ohio. La misma que sirve de base a El diablo en Ohio.
El espacio que llegó a Netflix con sus ocho episodios, que fueron concebidos para la pantalla por la misma Polatin, quien ha continuado trabajando para la TV con títulos como Castle Rock y Jack Ryan.
Una experiencia que decanta en la miniserie que se mueve, tal como su libro, en el suspenso con algo de terror que experimenta una familia en la ciudad de Remmingham.
La que se ubica en Ohio y es hogar de la psiquiatra Suzanne Mathis (Emily Deschanel), su esposo Peter (Sam Jaeger) y sus hijas Helen (Alisha Newton), Jules (Xaria Dotson) y Dani (Naomi Tan).
Los que llevan una vida al parecer sin mayores sobresaltos hasta que Suzanne decide acoger en su hogar a una chica (Madeleine Arthur) a quien encontraron en estado de shock en Amon County.
La misma joven que al inicio del relato escapó a través de una plantación de maíz de ese sector rural, siendo llevada al hospital donde hallaron una herida en forma de pentagrama en su espalda.
El misterio en torno a Mae
Mismo sanatorio donde comenzó a tratarla Suzanne y finalmente logró que le dijera que se llamaba Mae Dodd, antes de acogerla en su hogar por una noche mientras le busca un hogar temporal.
Pero los días comienzan a pasar y la adolescente continúa junto a los Mathis, afectando de a poco la interacción familiar, donde cada uno tiene otro conflicto. Como Jules y su falta de empatía escolar.
O la propia Suzanne con un traumático pasado -del que se sabe más con los continuos flashbacks de la trama- que la hace proteger a la misteriosa Mae, quien a su vez era parte de un culto satánico.
Sin olvidar la subtrama enfocada en este último grupo, del que forma parte el sheriff de Amon, Wilkins (Bradley Stryker), y al que investiga el recién llegado Detective López (Gerardo Celasco).
Nombres esenciales en una trama de suspenso con cuotas de horror, donde la principal inquietud es saber si Mae fue víctima de su propia familia. Algo que no se conoce hasta el final del espacio.
Al que se llega a través de una narración que se extiende demasiado al tratar de entregar muchos detalles en torno al hecho. Lo que por momentos le resta fuerza al misterio central de El diablo en Ohio.
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