A pocas semanas del estreno en Netflix de la segunda Bala perdida, llega a la plataforma otra película francesa: El paciente, la que se mueve por el lado opuesto que su antecesora en el tipo de relato.
Ya que a diferencia de la simpleza y acción de dicha secuela, la nueva realización dirigida por Christophe Charrier se mueve por una trama marcada por las complicaciones familiares y el más puro suspenso.
Para lo que toma como inspiración la novela gráfica Le patient, de Timothé Le Boucher, publicada en 2019 y catalogada por los críticos literarios galos como “un thriller psicológico hitchcockiano”.
La que salta de las páginas entintadas al streaming como un largometraje complejo, pero dinámico, que se inicia cuando alguien abandona la casa de los Grimaud una noche de fuerte tormenta.
Para que luego sea de día y un niño del barrio en busca de su pelota descubra que los habitantes de esa misma casa fueron asesinados, sobreviviendo el adolescente Thomas (Txomin Vergez).
El que a sus 19 años despierta en un hospital después de estar tres años en coma y recibe casi de inmediato la visita de la psiquiatra Anna Kieffer (Clotilde Hesme), quien le habla sobre el crimen.
En busca de la verdad en sus recuerdos
Un horrible suceso que quitó las vidas de sus padres, su primo y lo dejó a él con una gran cicatriz en el vientre y ataques de ansiedad. Pero hay un detalle más: desde esa noche su hermana está desaparecida.
La que se llama Laura (Rebecca Williams) y es parte esencial de los pocos recuerdos que empiezan a retornar a la cabeza de Thomas, al mismo tiempo que recibe tratamiento para volver a moverse.
Así, el joven comienza a asistir a sesiones de fisioterapia, donde conoce a otro chico sin movilidad por un accidente, llamado Bastien (Alex Lawther), mientras Anna lo empuja a recuperar su memoria.
Con lo que la narración se dibuja entre lo que ocurre en el hospital y los recuerdos del protagonista, donde poco a poco van a apareciendo las piezas del rompecabezas en su atormentada mente.
Entre las que se cuentan el conflicto entre sus padres y hermana, como la llegada a casa de su primo que aumenta la tensión entre los Grimaud, que cargan con un traumatizante suceso de su pasado.
En una sucesión de hechos, donde aparecen y desaparecen pistas que guían al espectador a la verdad sobre el crimen y Thomas, que no se conoce hasta los minutos finales del inquietante thriller El paciente.