El Pepe, Una Vida Suprema: El sentido homenaje de Emir Kusturica a José “Pepe” Mujica

El Pepe, Una Vida Suprema: El sentido homenaje de Emir Kusturica a José “Pepe” Mujica
El Pepe, Una Vida Suprema | Netflix

En El Pepe, Una Vida Suprema (Netflix), el cineasta Emir Kusturica construye un documental sincero, poco pretencioso y sin contrapuntos, cuya finalidad es presentar a José "Pepe" Mujica como el político sencillo y consecuente que es.

Un político encerrado y torturado por la dictadura uruguaya. Un tipo bonachón y sencillo, enamorado de la misma mujer con quien comparte ideales. Un señor derecho y coherente que fue Presidente de Uruguay y que se convirtió en modelo para muchos. Ese es el José “Pepe” Mujica que se refleja en El Pepe, Una Vida Suprema, documental de Netflix dirigido por Emir Kusturica.

Un trabajo que, a todas luces, constituye el homenaje de poco más de una hora que el cineasta serbio quiso hacerle a este singular personaje amante del campo, del tango, del mate y de su volkswagen escarabajo celeste, símbolo de la humildad que lo ha acompañado siempre.

Breve y conciso, el documental no abunda en testimonios o en imágenes; tampoco se explaya en consideraciones políticas ni en la biografía del ex Tupamaro, que cuenta sin complejos sus años en esa guerrilla urbana con romanticismo y poca autocrítica (sobre todo pensando en que en esa época llegó a cometer delitos).

Como la vida de Mujica, éste es un relato afable en que se le ve a él hablando de lo humano y lo divino tras las preguntas que el mismo Kusturica le va haciendo.

Un campesino ladino

El Pepe, Una Vida Suprema | Netflix

José aparece en su chacra arando, en un mall que antes fuera la cárcel donde pasó penurias y en el acto de despedida cuando dejó el poder, en 2015. También están los testimonios de algunos de sus compañeros de lucha en los complicados años 60 y 70, y el de su esposa, Lucía Topolansky, la mujer que lo acompaña en la vida y en la política.

Además, hay algunas imágenes de Estado de Sitio, la película de Costa-Gavras sobre la dictadura uruguaya y el surgimiento del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Pero se incluye poco material más. Porque, ¿para qué equilibrar el relato con otro tipo de documentos y consideraciones, menos aún con datos duros o con líneas de tiempo que ayuden a comprender mejor la trayectoria de “Pepe”?

No hay ahondamiento, contrapuntos, polémicas ni indagatorias. Lo que a Kusturica le interesa es dejar en claro que José “Pepe” Mujica es un líder excepcional, corajudo, consecuente y jovial. Un hombre que dice haber sacado de lo malo que le tocó vivir sus mejores ideas e ideales. Un político con un anecdotario tan entretenido que él sólo y sus testimonios pueden dar pie a más de una hora de puro jolgorio.

Un tipo que de lo único que se arrepiente es de no haber tenido hijos y que repite que “en la política hay que buscar gente con corazón grande y bolsillos chicos”. Pura consecuencia y sencillez.

Ver aquí El Pepe

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