Los jóvenes en peligro se han vuelto una constante en varios títulos del catálogo Netflix. Entre los que se cuentan Dark, Biohackers y Kitz, series que comparten con El privilegio su país de origen, Alemania, y que el suspenso sea uno de sus ingredientes principales.
Pero esta producción de Bavaria Fiction (Freud) ha decidido ofrecer su relato como un largometraje, dirigido y escrito por Felix Fuchssteiner y Katharina Schöde, donde el misterio se complementa con drama y grandes cuotas de terror enfocado en lo paranormal.
Y cuya trama se centra en Finn Bergmann (Max Schimmelpfennig), un chico de 18 años al que le quedan solo unos meses para salir de la secundaria en compañía de su hermana melliza Sophie (Milena Tscharntke) y su mejor amiga Lena (Lea van Acken).
Sin embargo, tiene un trauma que arrastra desde hace algunos años y que ha ido dañando poco a poco su cuerpo y su cerebro, como le hace saber su doctora. El cual surgió la fatídica noche en que su hermana mayor Anna (Caroline Hartig) perdió la vida.
Cuando sus padres (Roman Knižka y Lise Risom Olsen) y Sophie salieron, y él y Anna quedaron solos en su moderna casa. Pero la calma terminó abruptamente cuando una extraña presencia atacó a la adolescente y junto a Finn escaparon del lugar.
Una huida que terminaría con Anna en el fondo de la represa local y su hermano conmocionado por siempre. Aunque en el presente el joven trata de seguir adelante asistiendo a clases, compartiendo con Lena y yendo a la fiesta de un compañero.
Entre alucinaciones y espíritus
Y es precisamente en este último sitio donde Finn experimenta una extraña visión luego de tomar una droga. Pero las “alucinaciones” solo están comenzando, ya que el mismo día en que visita a su abuelo en el hospital es testigo de algo muy raro en su casa.
Donde en plena noche cree ver a sus padres ofreciendo a su hermana a una anciana en silla de ruedas, para luego ser golpeado repentinamente. ¿Un producto de su imaginación?, tal vez, pero coincide con que Sophie comienza actuar de manera muy extraña.
A lo que se suma que el novio de ella, Ramin (Rojan Juan Barani), cita a Finn en un café porque sabe algo sobre el peligro que acecha a los hermanos. Sin embargo, no alcanza a decir nada porque, como es testigo el espectador, es asesinado por una desconocida.
Pero las cosas están lejos de calmarse y se complican cada vez más con el descubrimiento de un hongo que crece en los cadáveres y lo usaban brujos y chamanes, además de la aparición de una experta bioquímica que también sabe de seres espirituales.
Los que pueden ser buenos y malos, y se conectan directamente con el pasado de la familia Bergmann y de muchos de sus vecinos y conocidos. Sin olvidar la gran farmacéutica que fábrica el calmante que toman la mayor parte de los jóvenes del lugar.
En una inusual mezcla de conspiraciones, rituales y demonios, junto a algunas bromas a destiempo y un romance en ciernes, que hacen de El privilegio una inusual adición al suspenso y el terror cinematográfico, algo extensa y confusa en su relato.