Esta semana se estrenó la tercera y última entrega de El stand de los besos, la saga romántica de Netflix inspirada en las novelas de Beth Reekles y que se convirtió en un suceso de audiencia.

De hecho, justo ahora mismo la película ocupa el primer lugar de los títulos más vistos en practicamente todos los países en que está presente el servicio de streaming.

Es que esta trilogía, protagonizada por Joey King, Joel Courtney, Jacob Elordi y Meganne Young, cosechó millones de seguidores en todo el mundo con su mezcla de comedia y romance y su historia cargada a los primores amores, la amistad y las dudas y conflictos propios de la juventud.

Ahora que llegó a su fin, hacemos un repaso por cada una de las películas de El stand de los besos.

El inicio

En 2018 se estrenó en Netflix la primera de las cintas de la trilogía, la que presentó la historia Elle Evans (Joey King), una estudiante que a sus 16 años nunca ha podido dar un beso, pese a intentarlo.

Un día, para la recaudación de fondos, ella con su mejor amigo Lee (Joel Courtney) abren un puesto de besos, sin imaginar que terminaría besando a Noah (Jacob Elordi), el chico más guapo y popular de su escuela.

Luego del beso, Noah y Evans empiezan a sentir algo el uno por el otro, llevándolos a un romance secreto.

Pero hay un problema: ese chico es el hermano mayor de su mejor amigo con el que ha pasado toda su infancia, por lo que tendrá que decidir entre la amistad y el romance.

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La secuela

En El stand de los besos 2 nos reencontramos con Elle y Lee meses después de la cinta original, cuando hace poco se despidieron de las vacaciones que pasaron junto a Noah en la cabaña de la familia Flynn.

Esto pone a los amigos frente a su último año de secundaria y a pasos de comenzar la educación superior en la Universidad de California, al mismo tiempo, Elle y Noah, quien hace algunas semanas se encuentra en Harvard, intentan mantener su romance a distancia.

Así, con Lee y Elle lidiando con una importante etapa de sus vidas escolares -que también incluye a la pareja de este último, Rachel (Meganne Young)-, y con Noah extrañando a su novia, se inicia este largometraje.

Pero las cosas no son tan fáciles, porque deben lidiar con desafíos y tentaciones. En especial Elle, quien aquí tiene varios conflictos, entre ellos si estudiar en California junto a su mejor amigo o en Harvard para estar cerca de su enamorado.

Además, teme que Noah podría estar acercándose demasiado a una de sus compañeras de universidad, Chloe (Maisie Richardson-Sellers). Aunque por su lado, también aparece alguien para complicar algo más su existencia: Marco (Taylor Zakhar Perez), el nuevo alumno de su secundaria, extremadamente atractivo, buen deportista y guitarrista, y con quien, tras un accidente de Lee, debe hacer pareja para una competencia en la máquina de baile.

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El final

La parte 2 de El stand de los besos dejó una interrogante abierta: si Elle decidía asistir a Berkeley con Lee o a Harvard con su novio. Y es precisamente en ese mismo momento de la trama en que el público se reencuentra con los estos personajes en la tercera cinta y final de la saga fílmica.

Cuando las dos parejas se toman una semana para viajar durante el verano y realizan diferentes actividades, como acampar, ir al acuario de Monterey y ver un hermoso y colorido atardecer. Pero Elle todavía debe decidir a cuál universidad asistirá.

Sin embargo, según ella aún queda tiempo y al volver a casa se pone a trabajar como mesera para tener dinero para la institución que sea a la que asista. Aunque cuando Noah le propone que vivan juntos tras ser aceptada en Harvard, la jovencita ya toma su decisión.

Un esperado y correcto cierre para la trilogía, bañado por el sol del verano y donde se repiten conflictos y dudas, y donde los protagonistas toman decisiones que marcarán el resto de las vidas de sus personajes y su paso a la adultez.

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