Hogar, la película de supenso que advierte los peligros de obsesionarse con una vida ajena
Tras perder la vida de lujos que llevaba, un publicista cae en una espiral de locura por recuperarla en la nueva película española de Netflix.
La vida que nos vende la publicidad es a la que estaba acostumbrado Javier Muñoz (Javier Gutiérrez), el publicista que protagoniza Hogar.
Una vida que de pronto se cae a pedazos y que nos deja en suspenso, tal como lo hace esta película española, uno más de los buenos títulos de ese país en el catálogo de Netflix.
Javier lleva más de un año sin empleo. Se mueve con su curriculum entre agencia y agencia, pero todo lo que recibe son respuestas negativas y puertas que se le cierran.
Mientras, la vida de riqueza que llevaba tiene que dejarla atrás, al punto de que vende su lujoso departamento. Instalado en un hogar más pequeño, se frustra y eso lo lleva a alejarse de su familia y a discutir cada vez más con su mujer,
Pero todo cambia cuando empieza a observar a los nuevos dueños de su viejo departamento. Poco a poco se obsesiona con esta nueva famila y la vida cómoda que llevan y que él perdió.
Javier no se resigna y ahora trata de recuperar lujos que ya no tiene.
Lo que vende la publicidad
Un gran historia de suspenso es la mejor definición que se le puede dar a Hogar. Es una cinta que nos hace estar al filo del asiento viendo cómo crece la espiral de obesesión de Javier por recuperar su antigua vida.
¿Descubrirá la familia con la que se obsesionó todo lo que este publicisita está planeando?
A ese clima tenso ayudan sobre las buenas actuaciones, sobre todo la de Javier Gutiérrez, quien se luce en el rol de este publicista que prácticamente se convierte en un psicópata que no medirá las acciones para conseguir lo que quiere.
Otro aspecto a destacar es la la crítica que hace Hogar al mundo de la publicidad, el mismo mundo del que viene el protagonista y que vende una vida de lujos que, como vemos, puede llevar a la locura.
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