Hombre vs. abeja: la nueva y ágil comedia con el protagonista de Mr. Bean

Hombre vs. abeja: la nueva y ágil comedia con el protagonista de Mr. Bean

El actor británico Rowan Atkinson encabeza la serie de Netflix que muestra cómo un cuidador de casas provoca un desastre al tratar de deshacerse de un inteligente insecto.

Aunque la carrera de Rowan Atkinson incluye cine, teatro y otras series de TV, el público siempre lo reconocerá por su rol de Mr. Bean, el silente personaje que por instantes revive en Hombre vs. abeja.

La última apuesta actoral del británico donde pone en práctica su particular estilo de comedia, donde son claves el humor físico y la capacidad de usar su cara, más que su voz, para conseguir sonrisas.

Por lo que alguna vez fue catalogado como “el hombre de la cara de goma”, un estilo que se ubica dentro de la comedia visual y se toma cada uno de los nueve episodios del nuevo espacio de Netflix.

Hombre vs. abeja | Netflix

Los que apuestan por una breve extensión, de 10 a 19 minutos, y la capacidad de su protagonista de sostener una trama que apuesta por la simplicidad con la inusual batalla entre un hombre y una abeja.

La cual se inicia con una escena donde a Trevor Bingley (Atkinson) un tribunal lo encuentra culpable de 14 cargos, que se expondrán claramente con un viaje en el tiempo, a unos cuantos días atrás.

Cuando el divorciado y algo torpe protagonista por fin encontró trabajo como cuidador de casas en Housesitters Deluxe, teniendo como primera asignación el vigilar la estilosa Glenmore House.

El desastre que provoca Trevor

Hombre vs. abeja | Netflix

Una moderna y costosa mansión de propiedad de Nina y Christian Kolstad-Bergenbatten (Jing Lusi y Julian Rhind-Tutt) que Trevor cuidará por una semana, incluyendo sus obras de arte y su perrita Cupcake.

Pero el novato cuidador no llega solo a su trabajo, ya que también ingresa a la casa una inteligente abeja -la coprotagonista del relato- que poco a poco lo irá sumiendo en la desesperación y la obsesión.

Hombre vs. abeja | Netflix

Con situaciones que pondrán en jaque la propiedad y la salud mental de Trevor, quien, como le hace notar su ex esposa, ya tuvo de “enemigos” a un carro de supermercado y una trituradora de papeles.

Con lo que no es extraño que ahora una abeja sea su antagonista y detonante de complicados hechos, como cuando Cupcake ingresa a la biblioteca donde se expone un irremplazable libro antiguo.

A lo que se sumará la destrucción por parte de Trevor de una pintura de Mondrian y un móvil de Kandinsky, y su encuentro con unos ladrones, en medio de una espiral de torpeza y fijación.

Lo que lleva al espectador a ser testigo de un relato ágil e increíble, por el desastre que provoca su protagonista, que logra generar sonrisas, pero no alcanza la genialidad de un clásico de la comedia como Mr. Bean.

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