Juego limpio: el intenso thriller de Netflix marcado por la competitividad y el sexismo

Juego limpio: el intenso thriller de Netflix marcado por la competitividad y el sexismo
Juego limpio | Netflix

Phoebe Dynevor y Alden Ehrenreich protagonizan la cinta, dirigida por la debutante Chloe Domont, que muestra cómo un ascenso laboral cambia para siempre la relación de una pareja de analistas financieros.

Tras varios años en la realización de series como Suits y Ballers, y algunos cortometrajes, Chloe Domont dio el salto a la dirección de una película con Juego limpio.

El thriller de Netflix que marcó un hito en su carrera de modo formal y también se convirtió en la prueba que estaba lista para demostrar su talento como cineasta y guionista.

Ya que la cinta que debutó en el pasado festival de Sundance es fruto de su autoría y se inspira en su experiencia en una industria televisiva marcadamente masculina.

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La que  se tradujo en la historia de una pareja que se mueve en el mundo de las finanzas -símbolo de testosterona y competitividad-, mientras disfrutan de su romance.

Hasta que un ascenso laboral cambia la dinámica de su relación, haciendo que esta empiece a moverse por un camino marcado por la toxicidad y la lucha de poder.

En una descripción de cómo, a pesar del movimiento #MeToo y el empoderamiento femenino, la masculinidad sofocante sigue arraigada en las nuevas generaciones de hombres.

Una relación que se vuelve tóxica

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Donde se conoce a Emily (Phoebe Dynevor) y Luke (Alden Ehrenreich), quienes al inicio de la cinta formalizan su apasionada relación, comprometiéndose en matrimonio.

Un paso importante que mantendrán en secreto en One Crest Capital, la empresa en que trabajan como analistas financieros y donde no se admiten romances entre colegas.

Pero la felicidad amorosa comenzará a transformarse en amargura, luego de que Emily es ascendida a gestora de carteras por su jefe, el intimidante Campbell (Eddie Marsan).

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Ya que los rumores que circulaban hicieron creer a Luke que él sería ascendido, haciendo que tras la promoción de Emily su comportamiento se vuelva frío y errático.

Al mismo tiempo que ella lucha por demostrar su capacidad ante sus pares, sabiendo que muchos creen que tal vez consiguió el puesto por haberse acostado con Campbell.

Lo que va minando la relación de la pareja, llevando a Juego limpio a un desenlace brutal, catapultado por la ambición, el sexismo y la falta de empatía.

Haciendo además de este thriller demoledor la mejor vitrina para Dynevor, que debuta en un protagónico hollywoodense tras Bridgerton, y la confirmación del talento de Ehrenreich.

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