La caída de la Casa Usher: la cruenta e imperdible mirada de Mike Flanagan a la obra de Edgar Allan Poe
El creador de aplaudidas series como La maldición de Hill House y Misa de medianoche retorna a la plataforma con su serie inspirada en la obra del denominado padre del cuento de terror psicológico.
Aunque Mike Flanagan ya había demostrado su dominio del terror fílmico, no fue hasta su arribo a Netflix que se convirtió en referente del género. Un estatus que reafirma con La caída de la Casa Usher.
Su título número cinco de la asociación con la plataforma que Flanagan inauguró hace cinco años con la serie La maldición de Hill House y su mirada al libro de Shirley Jackson.
Para luego continuar con su revisión a la obra de otros literatos con sus espacios La maldición de Bly Manor (Henry James) y El Club de la Medianoche (Christopher Pike).
Sin olvidar su realización con una historia original, Misa de medianoche, para hoy volver a inspirarse en la creación literaria de otro autor: ni más ni menos que la de Edgar Allan Poe.
El autor estadounidense considerado como “el padre del cuento de terror psicológico” que le ofrece a Flanagan el cimiento perfecto para su nueva apuesta para el horror en el streaming.
Los dueños de Fortunato
Donde los relatos y poemas de Poe se convierten en las piezas e hilos para armar un tejido narrativo donde conviven los personajes y hechos de sus relatos de horror y suspenso.
Todo teniendo como puntal La caída de la Casa Usher, la historia corta protagonizada por los mellizos Roderick y Madeline, acá encarnados por Bruce Greenwood y Mary McDonnell.
A lo que Flanagan reimagina como los dueños de la empresa farmacéutica Fortunato, considerada una de las grandes responsables de la crisis de opioides con su droga Ligodon.
Por lo que al inicio del relato la millonaria familia asiste a un juicio por su implicancia en dicha crisis, acusados por el fiscal Auguste Dupin (Carl Lumbly), viejo conocido de los Usher.
Pero al drama judicial se suma rápidamente la trágica muerte de Prospero (Sauriyan Sapkota), el más pequeño de los seis hijos de Roderick, dos legítimos y cuatro fuera del matrimonio.
Un destino cruel y sangriento
Al mismo tiempo que aparece en distintos momentos de las vivencias de los Usher la inquietante figura de una mujer (Carla Gugino) con una antigua atadura a Roderick y Madeline.
Quien estará directa e indirectamente involucrada en los trágicos sucesos en que se verán involucrados los otros mimados hijos del magnate, que sobrellevan varios traumas.
Entre ellos los mayores Frederick (Henry Thomas) y Tamerlane (Samantha Sloyan), junto a los ilegítimos Napoleon (Rahul Kohli), Camille (Kate Siegel) y Victorine (T’Nia Miller).
Los que cargan con el peso del apellido Usher y tendrán que pagar por ello, a pesar de los esfuerzos del abogado de la familia, Arthur Pym (Mark Hamill), por frenar la tragedia.
Un destino macabro que guía la serie, donde el terror psicológico se une al suspenso y los escalofríos que despierta lo que no se ve, pero se sugiere, y cruentas escenas.
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