Debido a la cantidad de estrenos mensuales de Netflix, siempre se añade algún título de horror. Sin embargo, julio ha sido pródigo en nuevos ejemplos de este género, con el debut de diferentes cintas, desde la trilogía de La calle del terror hasta La clásica historia de terror.

El aporte italiano al listado que también incluye la cinta coreana La 8.ª Noche, el anime Resident Evil: la tiniebla infinita y la próxima apuesta alemana Cielo rojo sangre, donde se hacen presentes diferentes aproximaciones a los elementos clásicos que lo caracterizan.

En el caso del largometraje hecho en Italia, con una historia dirigida por Roberto De Feo y Paolo Strippoli -quienes escribieron su guión junto a Lucio Besana-, que recordará al público varias creaciones, antiguas y recientes, en torno al miedo y la violencia.

Y cuyo relato se inicia centrado en Elisa (Matilda Anna Ingrid Lutz), quien presionada por su madre debe viajar a su ciudad natal para interrumpir un embarazo no deseado. Un viaje que hará a bordo de un cámper, o motorhome, compartido con cuatro desconocidos.

Ellos son la pareja conformada por la ucraniana Sofia (Yuliia Sobol) y el inglés Mark (Will Merrick), el médico Riccardo (Peppino Mazzotta) y el conductor y aspirante a director de cine, Fabrizio (Francesco Russo), quien inicia el viaje hacia Calabria por un carretera.

El accidente que inicia todo

Sin embargo, luego de que Mark se bebe unas cervezas y decide tomar el volante, un animal muerto en medio del camino y la intervención de Fabrizio lo hacen perder el control del vehículo y chocan contra un árbol, quedando él y sus acompañantes inconscientes.

Al despertar, hacen dos graves descubrimientos: Mark tiene una pierna herida que le impide caminar y además siguen a bordo del cámper, pero no a un costado de la carretera, sino que en medio de un claro del bosque, cerca de una extraña cabaña al parecer abandonada.

A la cual entran Sofia y Elisa para investigar, mientras Fabrizio y Riccardo se internan entre los árboles para regresar al camino y pedir ayuda, encontrando una especie de altar con cabezas de animales que tienen sangre fresca, dedicado a Los Tres Caballeros del Honor.

Pero nunca encuentran la salida del bosque y retornan a la casa junto a las jóvenes, donde descubren un retablo dedicado a esos mismos caballeros que, como explica Fabrizio, se relacionan con una leyenda local que habla de tres hombres que vinieron de otra tierra.

Sus nombres eran Osso, Mastrosso y Carcagnosso, y se transformaron en los fundadores de la mafia local -la llamada ‘Ndrangheta-, y también ayudaron a los lugareños a enfrentar la hambruna a cambio de un sacrificio humano, que debía repetirse cada cierto tiempo.

Asesinatos y rituales paganos

Todo empeora  cuando son testigos del sádico asesinato de Mark a manos de tres individuos que ocultan sus rostros tras desfiguradas máscaras y descubren en el ático una niña a la que le cortaron la lengua, en el inicio de una incesante primera parte de La clásica historia de terror.

En la cual parte de sus imágenes recuerdan el estilo y el sentido del espanto de La masacre de Texas, mezclado con algo de los aparatos de tortura de El juego del miedo, para luego pasar a un relato que se relaciona con Midsommar y El hombre de mimbre.

Esto porque al parecer los responsables del horror que experimentan los protagonistas se vinculan al paganismo y sangrientas ofrendas. Sin embargo, todo deviene en una explicación del porqué de los hechos que rompe el interesante ritmo que tenía la película.

Lo que unido a la poca profundización de los personajes -aunque esto no siempre es esencial para que una cinta de este tipo funcione-, hacen que La clásica historia de terror pierda lo que había logrado hasta el momento, con el buen uso del suspenso y un poco de gore.

Lo que diluye la singularidad que por momentos la cinta alcanzó, a pesar de sus referencias a otras realizaciones, y la sitúa lejos de lo que el Italia ha aportado al terror en pantalla, como el subgénero conocido como giallo y los nombres de Argento, Martino y Bava, entre otros.

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