El 11 de julio de 2021, el noroeste de Londres fue testigo de cómo una celebración deportiva se transformó en pesadilla, tal como lo revive La final: caos en Wembley.

El documental de Netflix, dirigido por Rob Miller y Kwabena Oppong, que muestra la tensión y violencia que marcó el último encuentro de la Eurocopa de ese año en suelo inglés.

En la que se medían las selecciones de fútbol de Inglaterra e Italia, por lo que atención de los fanáticos estaba asegurada, pero también la de los indeseados hooligans.

El nombre dado a los barristas británicos más vandálicos, que ya cargaban con la tragedia del Estadio de Heysel, en Bélgica, donde una estampida provocó muertos y heridos.

Los mismos que hace slo tres años también estuvieron detrás de los violentos hechos que ocurrieron antes, durante y después del escandaloso partido realizado en Wembley.

Una fiesta deportiva se hace pesadilla

Tal como lo recuerdan los diferentes testigos que son parte del documental que llegó al streaming, que además incluye archivos de la época y grabaciones de los asistentes.

Los elementos claves para concretar una intensa recreación de los disturbios que se ocasionaron luego de que cientos de hinchas sin entradas llegaron al estadio.

Ya que eran miles los que sin tickets querían ser parte del evento, porque necesitaban estar presentes en la cita donde Inglaterra disputaba por primera vez la final desde 1966.

Un momento de algarabía que poco a poco fue escalando hacia la tormenta, cuando los fanáticos comenzaron a embriagarse y consumir drogas, en las afueras de Wembley.

Donde subían a los postes y rompían botellas, semáforos y árboles, en el preámbulo del caos que vendría, aunque días antes la esperanza era la que rondaba al país.

El caos reina fuera y dentro de Wembley

Porque el equipo nacional, conformado por figuras como Harry Kane y Raheem Sterling, era favorito para alzarse con la victoría, además de símbolo de la unión racial inglesa.

Sin embargo, a horas de que empezara el partido, la Wembley Way, la avenida que lleva al estadio, ya era un completo caos, como lo muestra el relato cronológico de la cinta.

En un preámbulo de la violencia que se adueñaría del resto del día, como recuerdan los fanáticos que estuvieron ahí, junto a periodistas, autoridades y el encargado de Wembley.

Donde de la algarabía inicial se pasó a los heridos en las afueras, denominada una “zona de guerra” en ese momento, y al posterior quiebre de la seguridad para entrar al recinto.

Lo que llevó a que decenas de hinchas sin entradas accedieran y llevaran el desastre del exterior al interior, donde los que tenían entradas eran atacados por los colados.

Aunque el descontrol estaba lejos de acabar, como lo muestra este intenso y revelador documental que muestra la cara más oscura del fanatismo deportivo.

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