En el momento preciso, cuando en Estados Unidos se viven en pleno las primarias de la carrera presidencial, llega Las chicas del autobús, la nueva serie original de Max.

Una creación de Amy Chozick y Julie Plec que, teniendo como inspiración lejana las memorias Chasing Hilary, de la misma Chozick, muestra las vivencias de cuatro periodistas.

Y justamente cuando cubren la campaña para la Convención Nacional Demócrata, la instancia del partido liberal mediante la cual se designa a su candidato a presidente.

Lo que se conoce a través de diez ágiles capítulos que tienen como figura central a Sadie (Melissa Benoist), quien trabaja para el New York Sentinel, un símil del New York Times.

La reportera que se ha hecho de un nombre por la calidad humana de sus columnas y entrevistas, aunque muchas veces esa subjetividad y emoción le juega en contra.

La segunda oportunidad de Sadie

Tal como sucedió en la elección de hace unos años, cuando quedó con el corazón partido luego de que perdió la candidata que ella apoyaba, de manera no tan profesional.

Sin embargo, eso quedó atrás -supuestamente- y su editor en jefe, Bruce Turner (Griffin Dunne), decidió darle una segunda oportunidad dejándola cubrir las primarias.

Lo que lleva a subirse literalmente al bus que transporta a los periodistas, que siguen las actividades de diferentes candidatos para ser elegidos por su partido.

En este caso, quienes desean representar a los demócratas e inician sus respectivas campañas en Iowa, lo que deben reportear Sadie y colegas de diferentes medios.

Entre los cuales se destaca su amiga, Grace (Carla Gugino), quien lleva años trabajando para el periódico rival, y también otras profesionales con menos años en el área política.

Cuatro colegas y amigas

Como Kimberlyn (Christina Elmore), quien trabaja en el canal Liberty News -muy parecido a Fox- y Lola (Natasha Behnam), una influencer o creadora de contenido, como ella se define.

La cual cubre las elecciones en TikTok y no oculta su preferencia por la candidata de tendencia socialista, mientras trata de entender más sobre el reporteo.

Un último punto en que el que recibe consejos de Sadie, Grace y Kimberlyn, luego de que la camaradería comienza a ser reemplazada por la amistad.

Además de conocerse detalles sobre la vida privada de las protagonistas, empezando por Sadie y su relación oculta con Malcolm (Brandon Scott), el jefe de prensa de una candidata.

Al mismo tiempo que Grace lidia con los problemas con su hija, Kimberlyn ve cómo su suegra organiza su propio matrimonio y Lola esconde un trauma de su pasado.

En una combinación de política, drama y periodismo que logra componer un espacio entretenido, de personajes entrañables, pero que por momentos cae en el estereotipo.

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