La década de los 80 continúa siendo un escenario preferido para desarrollar historias relacionadas con jovencitos enfrentando conflictos y lecciones de vida, como lo demuestra la cinta española Live is life.
Una película dirigida por Dani de la Torre, subtitulada La gran aventura, que lleva a la pantalla un guión de Albert Espinosa, autor de libros y obras donde adolescentes encaran graves enfermedades.
Algo que fue parte de la serie que creó para la TV en 2011, Pulseras rojas, y que de manera algo diferente se repite en la comedia dramática que debuta en Netflix, luego de estrenarse en junio en España.
La que se inicia en 1985, cuando en el último día de clase -tras escapar de unos matones-, Rodri (Adrián Baena) viaja con su familia de Cataluña a Galicia, al ritmo de la canción Live es life de Opus.
Un extenso recorrido que culmina en Ribeira Sacra, donde viven sus abuelos y ellos pasarán nuevamente sus vacaciones. Lugar donde él se reencuentra con su grupo de amigos cada verano.
El que está compuesto por Garriga (Javier Casellas), Suso (David Rodríguez), Maza (Raúl del Pozo) y su gemelo Álvaro (Juan del Pozo), quien no se sabe si estará está vez porque viene saliendo del hospital.
La excursión que nunca olvidarán
Los que nuevamente quieren disfrutar en conjunto del verano y deciden ocupar su primer día, incluido Álvaro, haciendo una excursión a un monte, donde crece una flor relacionada con una leyenda local.
La que dice que si se bebé el agua en que esta se remojó durante el amanecer de la noche de San Juan, que es justo esa jornada, le dará salud a quien lo tomó. Algo que los empuja a la excursión.
En especial después de que Suso reconoce que quiere llevarle ese líquido a su padre, quien se encuentra en estado de coma en el hospital, luego de haber caído de un techo que estaba arreglando.
Sin embargo, el viaje no será tan fácil, ya que deberán enfrentar el acoso constante de la pandilla local. Además de encontrar a una bebé huérfana que deciden llevar con ellos lo que queda de recorrido.
Aunque también habrá tiempo para las risas y conversaciones sin sentido, mientras se revelan aspectos desconocidos de sus personalidades y habilidades, junto a un detalle sobre la salud de Álvaro.
En el desarrollo de una narración con más drama que comedia, y bastante de cintas como Los Goonies y Cuenta conmigo, que logra emocionar y entretener apelando a la nostalgia y el carisma de sus protagonistas