Locke & Key: un nuevo ciclo pleno de desafíos para los hermanos y sus llaves mágicas

Locke & Key: un nuevo ciclo pleno de desafíos para los hermanos y sus llaves mágicas
Locke & Key | Netflix

La segunda temporda de la serie de Netflix añade más peligro y horror a la vida de sus jóvenes protagonistas, siendo claves la presencia antagónica de Gabe y la mayor relevancia de su tío Duncan.

A comienzos de 2020, luego de un abortado proyecto encabezado por Fox, la primera serie basada en el cómic Locke & Key, de Joe Hill y Gabriel Rodríguez, llegó a Netflix para alegría de los fanáticos de las aventuras de los hermanos Locke y sus diferentes llaves mágicas.

Un espacio compuesto de 10 episodios, desarrollado por Carlton Cuse, Meredith Averill y Aron Eli Coleite, que se inició con una impactante escena donde, luego de contestar una llamada, un hombre colocó algo en su pecho que hizo que su cuerpo se incendiara.

Para luego viajar a tres meses después, cuando Nina (Darby Stanchfield) y sus hijos Tyler (Connor Jessup), Kinsey (Emilia Jones) y Bode (Jackson Robert Scott) se mudaron a la casa familiar de los Locke, tras la trágica muerte de su marido y padre, Rendell (Bill Heck).

Locke & Key | Netflix

Un reinicio familiar en el gran caserón ubicado en las afueras de Matheson, en Massachusetts, bautizado la Casa de las Llaves o Keyhouse, donde todos confrontaron cambios y desafíos, como Tyler y Kinsey adaptándose a su nueva secundaria.

Mientras en su nuevo hogar, Nina se preocupaba de los arreglos de la ancestral edificación y Bode descubría el eco del pozo, quien resultó ser una peligrosa entidad llamada Gabe (Laysla De Oliveira); además de hallar las primeras llaves que esconde la propiedad.

El resto de las cuales fueron descubiertas de a poco por los chicos, en especial Bode, como la Llave de Doquiera, la Llave Mental y la Llave Fantasma, por nombrar algunas. Las que estaban relacionadas con el pasado de su padre y amigos, y su posterior asesinato.

El peligro de Gabe y los recuerdos de Duncan

Locke & Key | Netflix

Una primera temporada que culminó con los hermanos Locke convencidos de haber eliminado a su demoníaco enemigo Dodge -que en su forma femenina era Gabe y luego fue el amigo de Rendell, Lucas-, enviándolo de vuelta a su dimensión por la Puerta Negra.

Sin embargo, en ese mismo final se le reveló al mundo que Dodge seguía en el plano terrestre, pero bajo la identidad de Gabe (Griffin Gluck), el nuevo novio de Kinsey. El mismo que en la segunda temporada está decidido a forjar sus propias llaves mágicas.

Locke & Key | Netflix

Un cometido en que cuenta con la ayuda de una hambrienta Eden (Hallea Jones), quien ahora también está poseída, y para lo que él visita con más regularidad la Casa de las Llaves. Al mismo tiempo que los hermanos Locke enfrentan otros desafíos.

Entre ellos que todavía no puedan saber qué pasó con la vieja amiga de su padre, Ellie (Sherri Saum), quien desapareció al concluir el primer ciclo, y que traten de que su tío Duncan (Aaron Ashmore) recupere los recuerdos que le quitaron cuando era adolescente.

A lo que se suma otro personaje: Josh Bennett (Brendan Hines), el nuevo profesor de la secundaria que tiene un nexo con los Locke y el portal tras la Puerta Oscura. Una entrada que hace años descubrieron los soldados ingleses, como se ve en el inicio de este ciclo.

Un detalle que, junto a un mayor y mejor uso en su narración de la magia y el horror, liga directamente a la serie con el cómic, dejando los conflictos personales de sus protagonistas sólo como otro ingrediente. En una apuesta más inquietante y fiel a su fuente de origen.

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