Lugares muertos: la nueva serie sudafricana de Netflix que apuesta por el suspenso paranormal

Lugares muertos: la nueva serie sudafricana de Netflix que apuesta por el suspenso paranormal
Lugares muertos | Netflix

A lo largo de sus ochos capítulos, el espacio muestra los casos que un investigador de lo sobrenatural resuelve junto a un ex policía y una vloggera.

Aunque todavía su número es reducido, de tiempo en tiempo ingresan al catálogo de Netflix producciones originales hechas en Sudáfrica, que demuestran cómo rápidamente se desarrolla su industria audiovisual. Y Lugares muertos es su último y buen ejemplo.

El que llega a sumarse a las otras series sudafricanas de la plataforma, los espacios de suspenso Queen Sono y ¿Cuánto pesa la sangre?, apostando otra vez por ese género, pero junto a lo paranormal, a través de las vivencias de Will Stone (Anthony Oseyemi).

Un investigador de lo sobrenatural que se ha hecho famoso con Dead places, su saga de libros sobre este tipo de casos, que visita su país natal para recopilar nuevos y extraños sucesos, al mismo tiempo que se reencuentra con un trauma de su pasado.

Lugares muertos | Netflix

Uno que se relaciona con la desaparición de su hermana a fines de los 80, cerca de donde vivían con sus padres en las afueras de Johannesburgo. Sin embargo, al volver a Sudáfrica desde Londres, la primera parada de Will y su editor, Benjamin (Greg Viljoen), es Ciudad del Cabo.

Lugar donde este último le contrata como chofer a un malhumorado ex policía llamado Joe (Rea Rangaka) y el protagonista también enfrenta el primero de los casos paranormales que, a lo largo de ocho capítulos de Lugares muertos, pondrán a prueba un singular don que posee.

El cual es la capacidad de poder sentir a seres más allá de la realidad, como el fantasma que acecha a la vloggera Kelly (Shamilla Miller), después de que ella ingresa de noche y a escondidas al acuario de la ciudad para obtener un video para subir a las redes sociales.

De lo paranormal a lo personal

Lugares muertos | Netflix

Un espectro que la perseguía no para hacerle daño, sino para revelar un caso criminal que después la unirá a Will, en el papel de su asistente de en el uso de internet, y también a Joe en la resolución de un variado grupo de sucesos que implican lo paranormal.

Los cuales afectan a personas en diferentes lugares de Sudáfrica. Como el de un acaudalado hombre de Johannesburgo cuya mansión está poseída por un demonio, o el de un granjero relacionado con una bruja que vive en una cueva y ataca cada 12 años.

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Pero no siempre la maldad o el peligro viene del más allá. También puede provenir de alguien muy vivo, como un asesino que Will, Joe y Kelly rastrean con la ayuda del espíritu de la periodista que conocía su identidad y fue atacada por él.

Y todavía queda tiempo para los conflictos personales de sus protagonistas, como el drama de Joe, por estar separado de su hija desde hace mucho, o el de Kelly, que todavía no puede superar el ataque por parte de un psicópata del que fue objeto siendo adolescente.

Sin olvidar a Will, quien aún sufre y se culpa por la desaparición de su hermana, lo que lo ha llevado a alejarse de sus padres y a ser tratado por un especialista. Sin embargo, la respuesta a su trauma puede estar en un antiguo caso policial no resuelto.

Una mezcla de suspenso, terror y drama que poco a poco se va revelando a lo largo de Lugares muertos, haciendo de la nueva apuesta serial de Netflix una interesante muestra del buen nivel de producción que han ido adquiriendo las producciones sudafricanas.

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