A días de debutar en Netflix, Lupin se convirtió en una de las series en idioma no inglés más vistas de la plataforma, gracias al atractivo de su trama como el de su protagonista: Assane Diop.
El personaje que hizo del robo a los ricos su forma de vida, teniendo como inspiración de sus atracos a Arsène Lupin, el famoso ladrón caballero de los libros de Maurice Leblanc.
El mismo que prestó su nombre al título del espacio de Gaumont Télévision, que en esa primera entrega mostró a Assane (Omar Sy) usando su talento para vengar la muerte de su padre.
En la cual estuvo involucrado el turbio millonario Hubert Pellegrini (Hervé Pierre), quien finalmente recibió castigo por su crimen después de dos atrapantes partes del espacio.
Donde Asane encaró a un asesino y tuvo que rescatar a su hijo, además de probar su ingenio y capacidad de engaño siempre con la ayuda de su amigo Benjamin Ferel (Antoine Gouy).
El gran escape de Assane
El anticuario que también es una pieza esencial en la tercera parte de Lupin, compuesta de siete capítulos, que retoma la acción con su protagonista escondiéndose de la policía.
Así, al inicio de la nueva entrega, Assane se hace pasar por un anciano mientras vive en Marsella junto al perro J’acusse, que adoptó tras la muerte de Fabienne Bériot (Anne Benoît).
Pero decide volver a París después de que ve cómo su esposa Claire (Ludivine Sagnier) y su hijo Raoul (Etan Simon) son acosados por la policía y los medios debido a su accionar.
Lo que lleva a Assane a planificar su gran desaparición, no sin antes concretar un último robo: apoderarse de la Perla Negra, el símbolo de la guerra franco-haitiana.
Una pieza de joyería que hace unos años se convirtió en su único atraco fallido, por lo que ahora quiere materializarlo antes del acto de escape final para ayudar a su familia.
Un enemigo ataca desde las sombras
Un atraco que antecede a la tragedia escenificada que le permitirá borrarse del mapa y de cuya veracidad dudan una periodista y Guedira (Soufiane Guerrab), el policía que admira a Lupin.
Sin embargo, cuando su desaparición parecía haber funcionado totalmente ante los medios y la opinión pública, un enemigo en las sombras usa a su madre para obligarlo a volver a las andadas.
Mientras el relato realiza saltos temporales a la adolescencia del protagonista, para mostrar el vínculo con su progenitora y cómo también encontró refugio con un entrenador de boxeo.
Hechos que serán gravitantes en su futuro y en el desarrollo de esta tercera entrega de la serie, que atrapa desde la primera emisión gracias a su ritmo y los giros que da su narración.
Donde una vez más son esenciales el suspenso y la acción, junto la capacidad del antihéroe francés para salirse casi siempre con la suya y, por supuesto, el encanto de Sy al encarnarlo.