AGBO, la productora de los hermanos Russo, no para y después de realizar The crowded room para Apple TV+ y Citadel para Prime Video, retorna a Netflix con Misión de rescate 2.
La continuación de la película que debutó en abril de 2020 en esta plataforma, conquistando a sus suscriptores con una trama marcada por la acción y la presencia de Chris Hemsworth.
Quien se tomó la pantalla bajo la piel del mercenario australiano Tyler Rake cuando debió rescatar al hijo de un narcotraficante indio, exponiendo su fuerza y también sus sentimientos.
El mismo personaje que retorna en una secuela donde nuevamente se siente la mano de Joe y Anthony Russo, en su papel de productores y también con el primero de ellos como guionista.
Lo que una vez más le confiere a la narración la mezcla de acción y dramatismo que fue parte de las cintas Marvel que ellos dirigieron, y les dieron fama, como Avengers: Endgame.
La nueva misión de Rake
Una característica palpable a lo largo del atrapante e incesante largometraje realizado por Sam Hargrave, que se inicia minutos después del final del filme anterior: con Rake malherido.
Lo que, como recordarán los que vieron la primera Misión de rescate, ocurrió después de que él salvó al pequeño Ovi y recibió varios disparos, cayendo hacia una muerte segura en un río.
Sin embargo, Rake fue rescatado por sus compañeros y llevado rápidamente a una clínica de Dubai, donde lograron salvarle la vida y estuvo varios meses en recuperación.
Siempre bajo la atenta mirada de su colega y amiga Nik Khan (Golshifteh Farahani), quien también lo acompaña a la casa en Suiza en que disfrutará del retiro junto a su mascota.
Pero el peligro no lo quiere abandonar y pronto recibe la visita de un desconocido (Idris Elba), que le propone encarar una nueva misión. A la que el mercenario se niega en un primer momento.
Un criminal en busca de venganza
Aunque pronto accede a realizarla cuando sabe que está involucrada su ex cuñada, Ketevan (Tinatin Dalakishvili), y sus hijos Sandro (Andro Jafaridze) y Nina (Miriam y Marta Kovziashvili).
Los que están en una cárcel de Georgia acompañando a su marido y padre, el irascible Davit Radiani (Tornike Bziava), soportando el encierro y el maltrato de este criminal hacia su mujer.
Hasta que Rake, Nik y su hermano Yaz (Adam Bessa), junto a su equipo, logran liberar a Ketevan y los niños, en medio de una violenta escena de acción ambientada en la prisión.
Un rescate que cobró la vida de Davit, quien fue eliminado por Rake cuando el mafioso trató de matar a su esposa, y desatará la venganza por parte de su hermano Zurab (Tornike Gogrichiani).
Quien se convertirá en una pesadilla para Rake y compañía, que incluirá explosiones, persecuciones, disparos y peleas, al mismo tiempo que el protagonista lidia con sus heridas emocionales.