Drama, aventura, suspenso, acción y romance fueron los ingredientes que dieron vida a la primera temporada de la serie Outer Banks, y que ahora, variando su importancia en pantalla, conforman los 10 capítulos de la segunda temporada del espacio de Netflix.

En los que la acción y suspenso se toman el protagonismo, haciendo de este reencuentro con John B (Chase Stokes), y su grupo de amigos conocidos como los Pogues, una bienvenida adición al catálogo para el público juvenil de la plataforma de streaming.

Un ciclo que retoma la narración poco después de lo visto en el último capítulo de la entrega anterior del espacio estadounidense. Cuando a John B y Sarah (Madelyn Cline) los dieron por desaparecidos, luego de que el bote en que huían cruzara una tormenta tropical.

Y en la localidad de Outer Banks, en Carolina del Norte, JJ (Rudy Pankow), Pope (Jonathan Davis) y Kiara (Madison Bailey) lloran la muerte de su mejor amigo, acusando directamente a Ward Cameron (Charles Esten) y a su hijo violento Rafe (Drew Starkey) del hecho.

A lo que se suma que, como ya lo vio el público, este adolescente fue quien disparó a la Sheriff Peterkin (Adina Porter), mientras él y su padre enviaban el oro del antiguo barco Royal Merchant a Bahamas. Asesinato del que Ward y Rafe culparon finalmente a John B.

Pero este último y su ahora pareja Sarah, que coincidentemente es hija de Cameron, no murieron y los rescató el barco de carga capitaneado por Terrance (Terence Rosemore), a quien lo  acompañan Stubbs (Jontavious Johnson) y Cleo (Carlacia Grant).

Nuevas revelaciones y mayor peligro

Sin embargo, esta tripulación, que generalmente transporta contrabando, descubre un afiche de “se busca”, donde se habla de una recompensa de US$ 50.000 por John B. Por lo que deciden entregarlo a las autoridades apenas lleguen al puerto de Nassau.

Pero el joven y Sarah logran escapar y se esconden en el hotel donde la chica y su familia solían ir mientras se construía la gran casa que los Cameron tienen en Bahamas, donde supuestamente Ward habría escondido los millones en oro del Royal Merchant.

Al mismo tiempo que en suelo estadounidense el resto de los Pogues enfrenta otras sorpresas. Entre ellas que a Pope lo contacte una mujer que busca la llave que la conduciría a una legendaria cruz de oro que también estuvo en el antiguo barco mercante.

Lo que enfrenta al chico a una inesperada amenaza, y también a sus amigos, y a un importante descubrimiento relacionado directamente con uno de sus antepasados. Mientras a Kiara sus padres le advierten que si no deja a los Pogues la enviarán a estudiar lejos.

Y además el codicioso Ward pone fin a la vida de Gavin (Adam Vernier), el piloto que llevó el oro a Nassau y guardó el arma que Rafe usó para matar a la sheriff, y quien estaba pidiéndole una gran suma de dinero por mantener silencio y entregarle de vuelta el revólver.

En una sucesión de revelaciones y peligros, además de varias persecuciones, que dan a la segunda temporada de Outer Banks un mayor ritmo y bienvenido suspenso, convirtiéndola en una alternativa de entretención tanto para sus seguidores como un nuevo público.

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