El documental continúa afianzándose en Netflix con la llegada a su catálogo de no ficción de tres piezas fundamentales del trabajo de una de las figuras del género, el chileno Patricio Guzmán.
Así, junto a películas y series nacionales, además de piezas de su colega y compatriota Maite Alberdi (El agente topo), desde el viernes 16 de junio la plataforma contará con tres de sus cintas.
Estas son La cordillera de los sueños, El botón de nácar (imagen principal) y La cordillera de los sueños, una trilogía con que Guzmán se consolidó como un cronista particular de la historia reciente de nuestro país.
Algo que comenzó con su obra de 1972, El primer año, y definiría con su inmejorable creación de tres partes: La batalla de Chile (1975-1979), sobre el último año del gobierno de Salvador Allende.
Una profunda mirada al devenir nacional al que hace poco el realizador afincado en Francia sumó Mi país imaginario, su documental número 14 donde ofrece su mirada al estallido social de 2018.
Tres piezas sobre memoria y territorio
Para ahora llegar al streaming con la tríada con que Guzmán recorre la memoria y la geografía del país. La que cronológicamente se inicia con Nostalgia de la luz (2010).
El documental donde los astrónomos exploran el universo desde las alturas de Atacama, mientras un grupo de mujeres, familiares de detenidos desaparecidos, busca los restos de seres queridos en el desierto.
Al que sigue El botón de nácar (2015) con su mirada paralela, con el mar como nexo, entre el exterminio de los pueblos originarios de la Patagonia y los prisioneros políticos durante la dictadura.
Con un cierre dado por La cordillera de los sueños (2019), en que la “columna vertebral” del territorio le sirve para revelar la historia de Chile, mientras se reencuentra con el país que dejó hace 40 años.
Una trilogía de cintas reconocidas en el mundo, galardonadas en festivales como Cannes (Nostalgia de la luz) y Berlín (El botón de nácar), para reflexionar sobre pasajes claves de la historia chilena.