Perro perdido: la cinta de Netflix donde la búsqueda de una mascota cambia la vida de una familia
Stephen Herek es el director de la película basada en una historia real, donde un joven pierde a su perro tras un paseo por el bosque, desencadenando la intensa búsqueda que realizará en compañía de su padre.
Tras protagonizar cintas de los 80 como El primer año del resto de nuestras vidas, en los últimos años Rob Lowe ha continuado su carrera de actor y también productor con títulos como Perro perdido.
Un doble papel con el que Lowe retorna a Netflix tras haber protagonizado y producido para la plataforma la comedia romántica Navidad en África, donde compartió protagonismo con Kristin Davis.
Y lo realiza con la cinta basada en Dog gone, el libro de Pauls Toutonghi sobre la verdadera historia de Fielding Marshall en 1998, cuando su perro Gonker se perdió en el Sendero de los Apalaches.
La extensa ruta de senderismo entre Georgia, EE.UU., y Canadá, donde en 1998 Marshall dejó de ver a su mascota tras un paseo, hecho agravado por la enfermedad que afectaba a Gonker.
Una historia de pérdida, esperanza y reencuentro que revive en el streaming en el amable y sencillo largometraje familiar dirigido por Stephen Herek (Las alucinantes aventuras de Bill y Ted).
Cuya narración, que reformula la vivencia real de Fielding, se inicia cuando él, encarnado por Johnny Berchtold, está en la universidad y tras un quiebre amoroso decide adoptar una mascota.
Un paseo que se vuelve un drama
Una decisión que hace que Gonker llegue a su vida y tras su graduación a la casa de sus padres John (Lowe) y Ginny (Kimberly Williams-Paisley), ya que el joven no sabe aún a qué dedicarse.
Lugar donde el labrador se ganará el corazón de los dueños de casa con sus juegos y compañía, en especial el de Ginny, quien todavía sufre por la pérdida en su niñez de su perro akita Oji.
Sin embargo, algo viene a nublar la convivencia familiar: Gonker sufre de la enfermedad de Addison, un trastorno hormonal que puede ser mortal si no se trata con una inyección mensualmente.
Pero todo va bien hasta que en un paseo por el Sendero de los Apalaches el perro de Fielding desaparece en el bosque y no puede encontrarlo. Lo que desencadena un incesante rastreo.
Donde Ginny se queda en casa llamando por teléfono en busca de ayuda, mientras el joven y su padre buscan por el sendero con el tiempo en contra, ya que Gonker necesitará pronto su medicina.
En el corazón de una trama que mezcla la búsqueda de la mascota con el reencuentro afectivo de Fielding y su padre, logrando cautivar al público con su emotiva y simple narración.
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