Queer Eye acaba de estrenar su cuarta y esperada temporada.
Se trata de la serie original de Netflix, que partió el 7 de febrero de 2018 y que está basada en Queer Eye for the Straight Guy, el reality de 2003 y que fue todo un hit.
Y en el que cinco gays, intervienen la vida de alguien, para mejorar su closet, casa y la manera en que se relacionan con el mundo.
Eso en su primera versión, porque sin desmerecer a la serie anterior, Queer Eye es, como dice su eslogan, “more than a makeover” o más, mucho más que una transformación extrema.
Es cierto, los participantes terminan viéndose como nunca. Sus casas y oficinas ni que decir. Pero hay más en Queer Eye.
Prepara los pañuelitos para ver Queer Eye
Podemos partir por como se relacionan esots“Fab Five”: Bobby Berk; diseñador de interiores, Karamo Brown, experto en cultura; Tan France, a cargo del estilo; Jonathan Van Ness estilista, y un guapísimo Antoni Porowski en la cocina.
Hay entre ellos una química, cofradía y cariño, que traspasa la pantalla, y que permite que en el programa se toquen temas como religión, sexualidad o bullying, de una forma nada caricaturesca, real y alejada a los personajes que comúnmente vemos en los reality.
Guión tiene, por cierto, pero hay una sensación de verdadera intimidad que se trasmite a partir de gestos, risas y la manera en que cada miembro de los “Fab Five” cuenta su historia y se relaciona con los participantes, sin escatimar en dolores y penas.
Hablemos de “God Bless Gay, por ejemplo, el primer capítulo de la segunda temporada, en el que Bob, el diseñador y constructor, se encuentra con la tarea de remodelar un recinto eclesiástico, y parado frente a la iglesia, se niega a entrar.
Ahí, ante una Miss Tammye, la protagonista de este capítulo que sin duda se roba el show, Bobby habla sobre su infancia muy cercana a la iglesia, y lo que significó para él el profundo rechazo de su familia e iglesia, al asumir que era gay.
El capítulo es una terapia grupal, con muchas lágrimas, pero real a la vez.
Y en esta cuarta temporada, que llegó con ocho capítulos de 47 minutos aprox, volverás a llorar y reflexionar.
Aquí, siguen las revelaciones, y probablemente una de las más potentes es el primer episodio, Un corte y otra cosa, en la que Jonathan Van Ness vuelve a su ciudad natal y su colegio, para cortarle el pelo a la profesora que lo ayudó a pasar por lo que considera los años más difíciles de su vida.
Vulnerabilidad pura, al estilo de los “Fab Five”.