El streaming y sus títulos son fuente de entretención y emoción, pero también de conocimiento de diferentes culturas y sus problemáticas, como en el caso de Robo.

La nueva película original sueca de Netflix que muestra al pueblo sámi y sus tradiciones, además de la discriminación que afecta a sus integrantes hasta nuestros días.

Para lo que toma como base de su relato la novela homónima de Ann-Helén Laestadius, publicada en 2021 en Suecia y que rápidamente se convirtió en superventas.

Y cuyas páginas son la esencia de la cinta que en una hora con 45 minutos revela cómo una joven sami enfrenta el racismo y el patriarcado opresivo de su entorno.

Una realidad que Laestadius conoce bien, ya que también es parte del pueblo indígena de la región de Sápmi, situada en el norte de Noruega, Suecia, Finlandia y parte de Rusia.

La tragedia rodea a Elsa

Por lo que su libro y ahora la película reflejan parte del día a día de sus coterráneos a través del relato centrado en Elsa (Elin Kristina Oskal), que mezcla drama con algo de suspenso.

El que se sitúa en los bellos paisajes de Sápmi, donde se conoce a Elsa cuando es niña y como es tradicional debe elegir una cría de reno para transformarse en su protectora.

Un ritual que hace en compañía de su familia y la convierte en guardiana de Nástegállu, como bautiza a su animalito, a quien cuida hasta que la tragedia se hace presente.

Ya que la pequeña reno es salvajemente asesinada por un hombre sueco -no es parte de su pueblo- y este además amenaza a la niña con asesinarla si cuenta algo.

Por lo que cuando va con su padre a declarar ante la policía por el caso, ella omite que vio al atacante, aunque este dato tampoco habría cambiado la casi nula reacción policial.

La complicada realidad sámi

Una desidia de los agentes de la ley que se suma al racismo que sufren Elsa y sus coterráneos por parte de la población sueca, algunos de los cuales han ido más allá.

Entre ellos Robert (Martin Wallström), el mismo hombre que mató a Nástegállu y 10 años más tarde sigue atacando renos como una forma de molestar a los sámi.

Un hecho que para Elsa debe ser enfrentado de manera frontal y decidida, pero el resto de su comunidad, bajo el liderazgo de un consejo de hombres, maneja muy discretamente.

Sin embargo, los problemas de su entorno también incluyen la depresión que afecta a varios de sus jóvenes, entre ellos el propio hermano de la protagonista.

Como van revelando los dramáticos pasajes de una película algo imperfecta en lo formal, pero valerosa al mostrar al mundo la realidad de un pueblo originario del otro lado del mundo.

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