Sugar: Colin Farrell llega a Apple TV+ como un detective privado muy singular
El actor irlandés protagoniza la serie de ocho capítulos creada por Mark Protosevich, en el rol de un investigador que busca a la desaparecida nieta de un famoso productor hollywoodense.
El atractivo mundo de los investigadores privados en el streaming da la bienvenida a la particular apuesta de Sugar, la serie de Apple TV+ con el actor irlandés Colin Farrell.
Al aplaudido protagonista de cintas como Escondidos en Brujas y Los espíritus de la isla que retorna a la pantalla chica después de contadas apariciones en espacios seriados.
Y no lo concreta con solo un título, sino que con dos, ya que en la primavera boreal se estrenará en Max El Pingüino, donde él vuelve a encarnar al enemigo de Batman.
Pero antes ofrece una nueva muestra de su talento en la realización creada por el guionista Mark Protosevich (Soy leyenda, Oldboy), encarnando al singular John Sugar.
El detective de nombre tan especial como su personalidad, que enfoca su labor en dar con el paradero de personas perdidas, ya que él mismo sufrió una pérdida de este tipo.
Un investigador privado singular
Lo que Farrell materializa dando vida a un personaje que claramente pasará a formar parte de su listado de roles más destacados, dotando a Sugar de gran sensibilidad y compasión.
Al mismo tiempo que su parte oscura, y que menos le agrada, es capaz de provocar momentos de gran violencia, casi siempre luego de ser provocado por sus enemigos.
Lo que se combina con una estilo narrativo enfocado en el cine negro clásico, tanto en su estilo visual como en la forma en que está dibujado el personaje principal.
Todo acompañado por la inserción de imágenes de películas hollywoodenses del género -de los 40 y 50-, que complementan el relato en torno a Sugar, un cinéfilo declarado.
Algunas de las decisiones creativas que hacen tan particular a la serie, junto a una gran revelación que ocurre en sus capítulos finales y provoca un gran quiebre dramático.
Sugar regresa a Los Angeles
En una apuesta del relato que puede ser o no del agrado del espectador, pero que, para quien la acepte sin concesiones, solo contribuye a incrementar su tensión y atractivo.
Ya que desde su emisión inicial, de un total de ocho, queda en claro que Sugar será una de las producciones destacadas del año, gracias a su historia sobre el detective políglota.
El que luego de solucionar un caso en Japón vuelve a Los Angeles, donde se reencuentra con su amiga Ruby (Kirby) y visita la casa de Jonathan Siegel (James Cromwell).
El famoso productor de Hollywood que contrató a Sugar para que halle a su nieta Olivia (Sydney Chandler), la que había retomado su vida tras rehabilitarse por drogas.
Lo que llevará a John a conocer a la madrastra de la chica, Melanie (Amy Ryan), con quien entabla una relación de confianza, junto a los otros integrantes de la familia Siegel.
Además de enfrentar una red de trata de personas y el que que Ruby y otros “colegas” actuen de una manera sospechosa, mientras también cuida de un perro que quedó sin amo.
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