Como varias otras películas, la nueva cinta surcoreana de Netflix retrasó por un par de años la fecha de su estreno original debido a la pandemia. Así, el debut de Yaksha: operaciones despiadadas saltó desde 2020 hasta hoy.

Cuando el largometraje de Na Hyeon finalmente arriba a la plataforma de streaming con un relato donde la acción se combina con el suspenso para mostrar una narración que tiene al espionaje como guía de su marcha.

Al igual que la violencia, como lo ejemplifica su escena inicial en Hong Kong, donde un hombre interviene una transacción, haciendo que uno de los involucrados escape hasta que lo encuentra y lo acusa de ser un infiltrado y lo mata.

Sin embargo, pronto el espectador es testigo de otro hecho, ahora ambientado en Corea del Sur, donde el fiscal Han Ji-Hoon (Park Hae-Soo) se prepara para interrogar al presidente del Grupo Sang-in por cargos de soborno y manipulación de acciones.

Pero un mal manejo de la investigación por parte de sus subalternos, frena la acusación y hace que Han sea trasladado de trabajo, más bien degradado, y enviado a la Oficina de Apoyo Legal del Servicio Nacional de Inteligencia.

Lo que se supone es el fin de su carrera hasta que su compañero de trabajo declina un ofrecimiento de la Directora Yeom (Jin Kyung) y él se ofrece para investigar porque están recibiendo informes falsos desde Shenyang.

El encuentro entre los protagonistas

Así, en horas el fiscal se encuentra en la ciudad del norte de China que se transformó en el centro de las luchas de poder de Asia Central sobre Corea del Norte, en que espías de países vecinos libran una guerra silenciosa.

Donde halla a los agentes que, teniendo como fachada una oficina de viajes, trabajan para la inteligencia surcoreana. Pero luego de conocer a Ji Kang-In (Sol Kyung-Gu), el hombre de la escena inicial, las cosas se complican para Han.

Ya que Ji, a quien llaman Yaksha por una figura mítica, está a cargo de las operaciones del servicio en Shenyang y hasta ahora tiene libertad de acción, porque siempre cumple sus objetivos, a pesar de su accionar fuera de la ley.

Pero ahora las cosas se han complicado mucho más, ya que está involucrado el Jefe de la Habitación 39, un grupo del Comité Central de Corea del Norte que recauda moneda extranjera para mantener el fondo de sobornos de la familia Kim.

El cual le pidió protección a Ji y sus hombres antes de desaparecer. En una serie de acciones donde también está involucrado un agente de la inteligencia japonesa que tiene una antigua enemistad con su colega surcoreano.

Todo lo que ocurre en la primera y pausada hora de Yaksha, que revela las principales piezas de su rompecabezas de espionaje y traiciones, para dar paso a una segunda parte marcada por explosiones, tiroteos y enfrentamientos.

La cual lleva a un cierre donde se expone la verdad sobre el complicado caso que unió las vidas de los contrapuestos Ji y Han. El que además abre las puertas a una secuela del violento thriller con la firma de Netflix.

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