Grandes empresas en todo el mundo realizan millonarias estafas que afectan a miles de personas. Son casos que cada vez generan más bulla y que Dirty Money viene mostrar.

Es la serie documental de Netflix que se estrenó en 2018 y que ahora está de regreso con su segunda temporada que, al igual que la primera, tiene seis capítulos.

Nuevamente hay despilfarros, lavado de dinero y estafas reiteradas clientes por parte de grandes corporaciones y que se dan en distintas partes del mundo.

Cada capítulo muestra un caso particular y entre los que vemos en esta entrega está el de un ex un primer ministro de Malasia que robó millones a su país y el de un banco estadounidense que estafó a sus clientes.

La mayoría de los casos que se exponen se dieron Estados Unidos, pero en este mundo globalizado tienen consecuencias en muchas otras partes.

Un sistema permisivo

Uno de los dardos de Dirty Money apunta a los sistemas que permiten que estos casos sucedan. Y en la serie esa situación se repite.

La excelente investigación periodística del documental siempre concluye en los mismo: en que no hay grandes sanciones o actos de justicia en contra estas empresas, algo que lleva e cuestionar al sistema y a quienes están en el poder.

Aunque los casos de la serie no son famosos a nivel mundial, como los Panama Papers, son bastante interesantes y muy bien investigados, por lo cual cada capítulo, de una hora aproximadamente, no aburre como pasa como otros documentales que tratan temáticas similares.

Además, los entrevistados están muy bien elegidos, desde periodistas y profesionales que llevaron los casos, hasta algunas de las personas afectadas.

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