Los fans de la buena coctelería no pueden dejar de vistar el nuevo local de este premiado bar, que luce una terraza y una gran barra donde encuentras a tus cantineros favoritos y cócteles como negronis, spritz, sour y otros en base a tequila y mezcal. Y la calidad sigue intacta.

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Si te gusta la buena coctelería, entonces probablemente visitaste más de una vez Siete Negronis, el bar que abrió en 2016 en calle Mallinkrodt, barrio Bellavista, a cargo de Matías Peredo, Rodrigo Otaiza, Fernando Costa y Matías Supan, amigos, socios y cantineros de lujo.

El mismo que fue elegido como uno de los 100 mejores bares del mundo en varias ocasiones por el ranking de World’s 50 Best Bars, por su estupenda variedad y calidad de cocteles clásicos y de autor.

Y aunque el local de Bellavista cerró, acaba de reabrir en Av. Alonso de Córdova, en Vitacura.

Ahí, Siete Negronis se instaló en un local amplio, con terraza y una gran barra donde encontrarás a tus cantineros favoritos y la misma calidad de siempre.

Además de una carta que incluye sus siete variedades de Negronis, el cóctel creado en Florencia en 1919, en honor al conde Camilo Negroni y que es el emblema del local.

Como el Barrel ($ 5.900), el clásico, con campari, vermouth y gin, añejado en barricas de roble americano de vino carmenere.

O el Hazel ($ 6.900), que lleva gin Campari y vermouth rosso clarificada, perfumada con licor de avellana y seste de limón.

Además, aquí siempre encontrarás una versión de negroni invitado, #elseptimonegroni, en el que distintos y reconocidos bartenders del mundo, comparten su receta.

Actualmente es el Chocolate orange negroni ($ 7.900), con Bulleit Bourbon, Campari, vermouth rosso, crema de cacao y un toque de Gran Marnier.

Se trata de la versión de Christian Delpech, del bar Sweet Liberty, en Miami.

El sabro del nuevo Siete Negronis

Por supuesto que no todo es negroni. Y es que en Siete Negronis encuentras una amplia variedad de cocteles, ordenados de acuerdo a tus gustos: tropicales y tikis, con harta fruta fresca;  fresh,con burbujas, especiales para la terraza; además de los spritz, sour y Viva México, con tequila y mezcal.

También una carta de comida simple, apta para compartir, con opciones como las bolitas de risotto ($ 8.900), con queso de cabra, salsa pesto y tomates confitados y deshidratados; o el carpaccio ($ 7.900), de carne, con salsa de alcaparras, perejil y queso parmesano.

Además de los tortellini de carne mechada ($ 8.900) con pomodoro artesanal; o la tabla de quesos ($ 10.900), con queso ahumado, camembert, mantecoso, salame, jamón serrano, aceitunas, frutos secos, frutas de la estación y tostadas.

Ideal para acompañar alguno de los sour, como el Jardín de los aviadores ($ 6.900), con gin, el licor francés St Germain de flores de sauco y frutos tropicales, jugo de limón de pica y jarabe del jardín.

Entre los tiki destaca el Café del Mar ($ 6.900), con un mix de rones, jugo de maracuyá, mango y naranja, más amargo de angostura.

Si prefieres el sabor del tequila y el mezcal, prueba Margarita de Oaxaca ($ 7.900), con tomate cherry machacado con cilantro y jalapeño, jugo de limón, tequila fumado con mezcal y enllantado con sal de jalapeño.

O el Paloma del Sur ($ 7.900), un clásico de este bar, con tequila fumado con mezcal, jugo de pomelo fresco, jarabe de goma aromatizado con romero, y acompañado de tomate cherry más sal de tajin.